lunes, 31 de diciembre de 2012

Nuevas Noticias.

HUUOOOLAAAA!!! ¿Que tal las navidades?
Bueno, esta entrada es para celebrar que la novela ya tiene más de 20 fantásticas lectoras. No se como deciros lo agradecida que estoy por vuestros comentarios, y lo que me alegra que os guste lo que escribo.

Y hablando de escribir... Últimamente he estado un poco deprimida, y he decidido hacer una novela para desahogarme y poner todo lo que pienso. No he querido que sea de los chicos porque así me parece más real, y la quiero escribir básicamente para poder desahogarme. Así que espero que aunque no sea de los chicos la leáis y me digáis que os parece.
Os dejo el link (http://www.mirameydimequenomequieres.blogspot.com.es/), aunque en lo alto del blog he puesto una pestaña que os llevará directamente.

Respecto a la Fan-Fic, he comenzado a adelantarla, pero aun no estoy segura de si subir el próximo capítulo (con esas cosas soy muy quisquillosa), así que os voy a dejar unas cuantas fotos al final de la entrada para que os hagáis una idea de lo que va a pasar, y ya de paso dejaros con un poco de intriga.

¡Ah! Por cierto, el otro día me metí en youtube y vi que la gente hace tráilers de sus novelas, así que yo he decidido hacer lo mismo, y ya lo he terminado, pero lo subiré con el próximo capítulo.

Y por último, quería deciros que he añadido unas cuantas novedades al blog, y que debajo de las fotos de la barra de la derecha están mis otras redes sociales, y podéis pasaros si os apetece.

Y como que esto ya se está alargando mucho, solo diré una cosa más, y es que si tenéis alguna sugerencia para el blog, o queréis aportar algo a la novela (Si queréis salir, o tenéis alguna sugerencia para la historia), podéis mandarme un correo a soonerorlateritwillbe@hotmail.com, y los leeré encantada, y más si son de ayuda.

Y dicho esto, aquí va el adelanto de los próximos capítulos...


miércoles, 26 de diciembre de 2012

6. Confused memories.

Hola!! Feliz Navidad a todos!! Hacía ya unos días que no entraba y la verdad es que no me esperaba que os hubiera gustado el capítulo, ya que a mi no me convenció mucho cuando lo escribí, pero me alegro. 
Este capítulo me ha costado bastante escribirlo, ya que llevo unas semanas un poco malas y me cuesta concentrarme en esto, por no decir que tengo cero inspiración, pero aunque no lo creáis una de las razones por las que sigo escribiendo es por vosotras, porque no sabéis lo que ayuda que me dejéis estos comentarios, que hasta en los peores momentos son capaces de sacarme una sonrisa.
Bueno no me enrollo más, aunque siempre digo lo mismo y acabo dejando un parrafote. Espero que os guste y que comentéis.
Lot Of Kisses <3

6. Confused memories.


Abrí los ojos, me sentía llamada por ese llamativo olor endulzado que se respiraba en la habitación. Me intenté incorporar pero algo pesado encima mío me lo impedía. Niall se había quedado dormido literalmente atravesado en el sofá y aplastándole las piernas, en las que ya apenas circulaba sangre.
Escuché ruidos en la cocina y como alguien entraba en el salón. A los pocos segundos pareció Josh delante de mí con un plato en las manos y se comenzó a reír de mí mientras me daba envidia y comía unas deliciosas tortitas.
- ¿Me ayudas?- Pregunté poniéndole cara de pena.
- Lo siento, consecuencias de salir de fiesta.- Dijo divertido y sentándose en el suelo para contemplar la escena más cómodamente.- ¿Quieres?- Añadió enseñándome un trozo de tortita pinchado en un tenedor. Asentí y se lo metió en la boca.- Pues ves a por el.- Dijo riéndose y volviéndose a levantar. Suspiré exasperada.
- Josh, por lo que más quieras, quítamelo de encima y haré lo que quieras, seré tu esclava por la eternidad.- Supliqué. Me miró para comprobar si decía la verdad y contempló la idea un par de veces antes de acercarse a ayudarme.
Me quitó a Niall de encima el tiempo justo para que pudiera bajarme del sofá, y nada más hacerlo me arrepentí, ya que en seguida noté las consecuencias  de la salida nocturna de anoche. La cabeza me daba vueltas, mientras una migraña interminable me hacía delirar. Resaca, pura resaca.
Intenté dar unos cuantos pasos hasta la cocina sin caerme, pero las piernas dormidas, la resaca, y el terrible dolor de pies que tenía a causa de los tacones no ayudaban.
Entré a la cocina y vi un plato a rebosar de tortitas en medio de la encimera. Me giré y Josh se había sentado en uno de los taburetes.
- ¿Y todo esto?- Dije señalándolas y sirviéndome un par en un plato. La verdad, no tenía nada de hambre, pero moría por alguna cosa dulce que llevarme a la boca.
- Anoche Liam y yo nos aburríamos y nos pusimos a hacer la masa, aunque nos pasamos y creo que tenemos tortitas para un mes, y mientras dormíais todos, como habéis invadido el sofá,- Dijo mirándome acusadoramente, y no pude evitar sonrojarme.- pues me he puesto a hacerlas.
- Hmmm…- Dije llenándome la boca de tortitas, y mirándole sonriendo en señal d aprobación.- ¿Y Liz y Emma?- Pregunté, la verdad es que no me acordaba de nada de la noche anterior salvo de que la fiesta de los amigos de Liz había sido un bodrio y  de que Andy nos invitó a la zona VIP.
- Emma se ha marchado hace un rato porque tenía que ir a llevar unos papeles a la universidad, y Liz la última vez que la he visto estaba durmiendo en tu cama. Por cierto, recuerda que este fin de semana nosvamos a Leicester, mamá me ha llamado esta mañana para recordármelo, dice que no me deja marcharme de gira y a ti ir a la academia sin que antes vayamos a hacer una visita.- Paró y se me quedó mirando fijamente por un segundo.- Por cierto, será mejor que vayas con bufanda a visitarla.- Dijo riéndose y señalando mi cuello.
- ¿De qué hablas?
- No lo sé, ¿Quizás de los atractivos moratones a lo largo de tu cuello?- Vale, aquí casi muero ahogada por un trozo de tortita, hubiera sido un buen titular para una noticia. Fijé mi mirada en él, buscando algún rastro de que me estuviera gastando una broma, pero nada. Me levanté de la silla y salí disparada al cuarto de baño, y me paré enfrente del espejo, escrutando mi rostro con nerviosismo. Una serie de manchas púrpuras y rosáceas se encontraban desperdigadas en diversas zonas de mi cuello, la mayoría de ellas concentradas en una hilera sobre el lado derecho. “Mierda, mierda, MIERDA. ¿Se puede saber que hice anoche?”, pensé para mí misma.
- ¿Ahora si me crees?- Su voz me sobresaltó, se encontraba parado en el umbral de la puerta del baño.
- Sí, supongo- Contesté mientras continuaba presionando levemente mis dedos contra los moratones. Intenté pensar alguna explicación coherente.- Uhm… puede ser una reacción alérgica… o un sarpullido…- Dije rascándome y haciéndome daño sin darme cuenta. No se me podía haber ocurrido una excusa más idiota.
- Yo diría que Niall te estranguló mientras dormías.- Bromeó.- Déjame ver, dijo acercándose a mí. Me di la vuelta obedientemente y eché el cuello para atrás. Posó sus dedos cuidadosamente, y tanteó el área meticulosamente, rozando la piel de mi cuello con la yema de los dedos, enviando escalofríos a lo largo de mi columna.
- ¿Y bien?- Pregunté, rompiendo el silencio. Quitó su mano de mi cuello y se alejó rápidamente.
- Están bastante feos, pero no creo que tarden más de una semana en irse.
- ¡¿UNA SEMANA?!- Dije abriendo los ojos, tenía que ser una broma, ¿Qué le iba a decir a mi madre? Respiré hondo y me dije a mi misma que me tranquilizara, ya que los podría cubrir perfectamente con maquillaje como había hecho otras veces. El problema es que no me acordaba de cómo me los había hecho, bueno, más bien de quien me los había hecho.
- ¡Ah! Ya sé lo que vas a tener que hacer por mi.- Dijo Josh de golpe haciéndome volver a la realidad.- Te declaro encargada de hacer la compra y de limpiar la casa. Vamos, que te declaro la chacha del hogar.- Dijo riéndose.
- Pero…- Contesté aun en estado de shock.
- Pero nada, la próxima vez procura que no se te quede dormido Niall encima en boxers y así no me deberás un favor.- Dijo levantándose y yéndose a la ducha. Suspiré e intenté hurgar en mi memoria en busca de información de lo que había pasado anoche y de porqué había dormido con Niall, bueno más bien intentando atar cabos, pero nada. Así que me acabé las tortitas y subí a despertar a Liz.
Nada más entrar me dejé caer en la cama encima de Liz, que ni se inmutó, así que comencé una pelea por echarla de la cama, en la que no sé cómo, terminé perdiendo y tumbada en el suelo.
Me reincorporé y abrí el armario en busca de algo cómodo que ponerme, y saqué también algo para Liz, que le tiré en la cara para que decidiera levantarse. Mientras se despertaba fui al baño, eché a Josh y me duché. Cuando volví Liz estaba devorando unas tortitas en la cocina junto a Niall. Me reí al ver la cómica escena.
En ese momento picaron al timbre. Me dirigí corriendo hacia la puerta y abrí sin apenas prestar atención a quien era. Esa era una terrible costumbre que tenía que eliminar.- Bueno ¿Me vais a decir lo que pasó anoche?- Preguntó  Josh nada más entrar en la cocina.Todos nos lo quedamos mirando, pero una voz detrás de mí interrumpió la conversación. “Hola”, dijo Zayn entrando por la puerta. Liz, dio un pequeño gritito, que hizo que él se la quedara mirando asustado. Al verme me sonrió y se sentó en uno de los taburetes de la cocina.- Zayn, esta es Liz.- Intervino Josh riendo.- Bueno, no habéis contestado a mi pregunta.- Ya… Oye, que yo me voy a comprar y… Y Liz me acompaña.- Dije tirando de ella hasta la puerta y dejándolos allí a los tres, pese a que Liz se resistía con todas sus fuerzas.- Adiós Zayn.- Dije dándole un beso en la mejilla y saliendo de la cocina.Me costó una hora más conseguir llegar al supermercado, a causa de la resaca que teníamos las dos, y de que Liz no ponía mucho de su parte.
- Liz,- Dije cogiéndola del brazo.- ¿Anoche pasó algo de lo que me deba acordar?- Se me quedó mirando y me puso cara de póker parándose en seco.
- ¿Enserio no te acuerdas de nada?- Negué con la cabeza.- A ver, por donde empiezo… Estábamos en la discoteca, tú estabas con Andy, pero llegó Niall y le dijo que eras la hermana de Josh y el pobre salió corriendo asustado.- Dijo riendo, aunque de eso me acordaba.- Harry estuvo intentando ligar con Emma toda la noche, pero sin resultado, ya que Emma no le aguanta.- Esta parte la dijo indignada, supongo que en su cabeza no cabía la idea de que alguien no pudiera soportar a sus amados ídolos.- Después estuvimos bebiendo chupitos de tequila todos juntos, hasta que unas chicas se acercaron y una de ellas se enrolló con Niall.- A partir de aquí ya no me acordaba absolutamente de nada.- Y tú te picaste con él y te pusiste a bailar con un chico.- “¿Enserio?” La interrumpí abriendo los ojos como platos, pero me mandó callar y siguió contando.- Entonces el que se puso celoso fue Niall, o eso creo, porque al verte se cabreó, dejó a la rubia de bote abandonada, y se acercó a ti para separarte del chico.- Aquí se me comenzó a refrescar la memoria, aunque por más que lo escuchaba no me podía creer que yo hubiera hecho lo que me estaba contando.- A partir de aquí desaparecisteis, y al cabo de media hora nos fuimos para casa, y os dejamos a los dos en el salón. ¿Te acuerdas ya de algo?- Cuando me dijo esto último la sangre se comenzó a concentrar en mis mejillas y comencé a caminar hacia delante evitándola con la mirada, ya que me comencé a acordar de todo lo que pasó en el baño de la discoteca, aunque por más que quisiera no era capaz de recordar lo que pasó después en mi casa.
Mientras Josh se fue a vestir decidí contarle todo lo sucedido la noche antes a Zayn, ya que necesitaba soltarlo, y no se me ocurría nadie mejor que él para hablar de chicas.
- ¿Qué le hubieras contestado?- Dije sacándolo de sus pensamientos. Levantó la cabeza y me miró sin comprender la pregunta.- Si te hubieras quedado a dormir, si ella te lo hubiera preguntado, ¿Qué hubieras hecho?- Se pasó la mano por la cabeza y me miró de nuevo.
- No lo sé Niall… Solo he hablado un par de veces con ella, pero Leah no es como las demás chicas, es más, creo que si hubiera sido otra chica ni siquiera te hubiera molestado que se enrollara con otro chico. ¿Me equivoco?- Me quedé mirándolo y negué con la cabeza.
- No fue por lo que tú crees, lo que me molestó es que lo hiciera para ponerme celoso a mí.
- Niall, lo más seguro es que ni te viera con esa chica, y que bailara por el chico simplemente porque quería.- Negué con la cabeza, yo sabía de sobras es que se había puesto celosa. Lo que no podía entender era porque lo había hecho yo.- ¿Bueno, y que pasó cuando le dijiste que si te quedabas?- Añadió.
FLASHBACK:
- ¿Te vas ya?- Preguntó abriendo los ojos e incorporándose.
-Shhhhhh…- Dije volviéndola a tapar y girándome para marcharme. Pero ella me rodeo por el cuello y me lo impidió. Suspiré.
- ¿Te puedes quedar a dormir?- Dijo soltándome y sentándose en el sofá. La verdad es que aquella pregunta me pilló desprevenido, ya que no tenía motivos para no hacerlo.
- No puedo…- Dije débilmente volviéndola a tapar para que se acostase, como si fuera una niña pequeña.
- ¿Por qué no?- Me pasé la mano por la cabeza intentando buscar una respuesta a aquella pregunta, pero sin obtener resultado, así que le contesté algo en broma para destensar la situación.
- Porque no podrías resistirte a mis encantos irlandeses.- Dije poniéndole cara de seductor y acariciándome la barbilla. Comenzó a reírse sonoramente y le tapé la boca con la mano, quedando a pocos centímetros de ella, aunque no pude evitar que me contagiara la risa.
- Uy, ten cuidado, no vaya a ser que me acabe enamorando de ti Horan.- Dijo sarcásticamente levantándose.- Iré a recoger la mesa.- Añadió intentándose incorporar, pero yo estaba delante suyo y se lo impedía.
- Te… Te ayudaré…- Balbuceé apartándome.
Recogimos y limpiamos todo rápidamente, Leah cada tanto aprovechaba para robarme algún que otro beso cuando estaba distraído, haciendo la tarea bastante difícil de llevar a cabo.
- Muy bien, ¡a la cama!- Dijo con una sonrisa pícara.
- Ya quisieras- Reí. Entrecerró los ojos.
- No seas malpensado, Horan. A dormir... – Dijo girándose y yendo hacia el salón. La cogí por la cintura y la levanté en el aire cargándola sobre mi hombro. - ¿Qué haces?- rio.
- ¿Qué crees que hago? Llevándote a la cama…- la llevé hacia el salón y la senté en el sofá. Después me dirigí a la habitación de Josh y saqué con sigilo un par de camisetas y una manta del armario. Menos mal que tenía un sueño profundo, pensé. Volví al salón y apagué la luz. Después me deshice de mi ropa quedándome en bóxers.- Toma.- Dije lanzándole una camiseta sobre el regazo.
- Gracias- sonrió. Me cambié rápidamente y me metí bajo las sábanas. Se estiró y me atrajo hacia ella.
- Descansa- dije en un susurro.
-Tú también. - Me besó dulcemente una última vez y, segundos más tarde, los dos caímos completamente inconscientes.
FIN DEL FLASHBACK.

martes, 18 de diciembre de 2012

5. Let's get out of control. I wanna stay up all night and do it all with you.

Por si os lo preguntabais, no, no estoy muerta. Se que siempre os digo lo mismo, pero es que no tengo tiempo de subir capítulos, aunque para recompensaros os dejo este en el que las cosas se ponen muy interesantes, aunque ya os lo podéis imaginar por la foto, que no podía ser más acorde con el cap.
Y no me enrollo  más, que se que tenéis ganas de leerlo, y más este.
Así que solo deciros que gracias por comentar, y por seguirme, porque si la fic sigue adelante es gracias a las que leeis, y que sepáis que me encanta ver que el número de lectoras va aumentando poco a poco.
Bueno, y como siempre digo lo mismo y después me tiro una semana sin subir, esta vez no os prometo nada, pero estoy deseando subir el próximo capítulo.
Love you all. Leah.

5. Let's get out of control. I wanna stay up all night and do it all with you .


Harry picó al timbre y bajé las escaleras del apartamento de Josh dejándolo allí con Liam. Fui el único que aceptó irse de fiesta con él, ya que Josh y Liam estaban muy ocupados tumbados en el sofá sin hacer nada, Louis  había ido a visitar a su familia durante unos días, y Zayn… bueno, según él tenía planes, pero no le di más vueltas ya que llevaba  unos días muy extraño.
Entré en el coche y Harry le dio al taxista una dirección.
- ¿Adonde vamos?- Le pregunté.
- A una discoteca nueva, he hablado con Andy y con algunos más que también estarán.
Bajamos del coche. Como era la inauguración estaba lleno de gente y de paparazis cargados con cámaras. Genial, pensé irónicamente por unos segundos. En seguida nos pasaron a la zona VIP, al menos allí podríamos divertirnos, y seguro que hoy habría mucha gente. Al cabo de un rato vi a Andy sentado en uno de los sofás con una chica. Me acerqué a saludarlo mientras Harry fue en busca de unos amigos suyos.
Nada más acercarme supe que era ella, Leah, quiero decir. Andy la rodeaba con el brazo por los hombros y le estaba diciendo cosas al oído mientras ella se reía. Al verme, se levantó y me saludó. Leah me miró sonriendo, y él me la presentó, aunque yo supiera de sobras quien era.
- ¿No tienes suficiente con verme en tu casa que ahora me persigues hasta aquí?- Le dije sonriendo.
- ¿No te cansas de ser tan gracioso?- Preguntó irónica.- Oye, no habrá venido Josh ¿no?- Me dijo preocupada. Negué con la cabeza. Andy nos miró atónito a los dos sin entender nada.
- ¿De qué os conocéis?- Le miré y apoyé la mano en su hombro.
- Es la hermana pequeña de Josh, ¿no lo sabías?- Dije riéndome, sabía que le acababa de estropear los planes para esa noche.
Dejé a Niall y a Andy hablando y me fui a buscar a Liz y Emma. No habían más discotecas en la ciudad que tuvimos que ir a parar a la misma en la que estaban los amigos de mi hermano. En ese momento alguien me cogió del brazo y me comenzó a arrastrar por toda la sala hasta conducirme al baño de chicas. Liz se paró frente al espejo y se me quedó mirando.
- Leah, ya me estás explicando cómo es que conoces a Andy Samuels y a Niall Horan.- Dijo tajante, justo cuando entró Emma y se nos quedó mirando. Le conté toda la historia, aunque para mí no tenía la más mínima importancia. A Andy le acababa de conocer en la discoteca, de hecho fue el quien nos invitó a la zona VIP, y Niall era un simple amigo de mi hermano. Al acabar de contárselo me cogió de las manos y comenzó a dar saltitos de alegría a mi alrededor acompañados de pequeños grititos. Miré a Emma atónita, y esta solo me dijo que era normal en ella cuando le hablabas de One Direction. La verdad, sabía que eran famosos, o por lo menos eso me dijo Niall, pero nunca me hubiera esperado esa reacción, y mucho menos de Liz, que nos cogió de nuevo a Emma y a mí y nos condujo afuera.
- ¿Adónde vas?- Le preguntó Emma tirando para la dirección opuesta.
- A que Leah me los presente, ¿tú que crees?
Al final no tuve más remedio que presentárselos, y estuvimos sentados hablando y bromeando mientras bebíamos. Al cabo de un rato Andy se fue a hablar con unos amigos y no le volví a ver en toda la noche.
- ¿Qué le pasa?- Me preguntó Liz mirando hacia donde se había ido Andy. Miré a Niall y este se comenzó a reír.
- Que el señorito le ha contado mi oscuro secreto, y le ha dicho que soy hermana de Josh.- Suspiré.
En ese momento se acercaron un par de chicas hacia nosotros y les preguntaron a Niall si se podían hacer fotos con él. Una de ellas se sentó literalmente encima de Niall y comenzó a decirle cosas al oído mientras se reían.
No me apetecía ver esa escena, así que me levanté y fui a la barra a por bebida, donde estaban Emma y Harry, que nada más verme se alejó de él, que se quedó mirándola con cara de idiota, y se acercó a mí. Cuando volví Niall estaba bailando con la chica y unos cuantos amigos suyos. Me vio y me dibujó una sonrisa que no le devolví. Sonaba una canción de McFly ft. Taio Cruz, “Shine a light”. Llegaba la parte del estribillo y decidí darlo todo cantando la canción junto a Emma y Liz, que se había acercado para unirse a nosotras. El tema cambió y pasó a ser uno de David Guetta, de aquellas que todo el mundo ha escuchada más de cinco veces y que te animan a bailar, saltar y pegar botes en el suelo, cosa que hace que la bebida te suba a la cabeza más rápidamente, pero me sentía bien, aunque agotada.
Cuando paramos de bailar Liz me señaló con la cabeza al sitio donde estaba Niall, que estaba demasiado “ocupado” con aquella tipa.
No sé por qué lo hice, pero cogí a Liz del brazo y me dirigí con ella al medio de la pista, donde se concentraban la mayoría de chicos envidiables. Comencé a bailar, no de cualquier forma, si no provocativa. Sin darme cuenta en pocos segundos ya tenía un corro de chicos a mí alrededor. Notaba como las miradas de los chicos se clavaban en mi cuello, y partes varias de mi cuerpo. Decidí que bailar sola no era una buena forma de que Niall se diera por aludido, así que agarré a uno por el cuello, un chico alto, rubio, con los ojos claros.
Aquello empezaba a coger ambiente. Los altavoces hacían sonar canciones realmente buenas, y la música sonaba cada vez más alta. El suelo estaba pegajoso y mojado, debido a los vasos de bebida derramados por el suelo. La gente se acumulaba en el centro, pero a la vez nos rodeaban a aquel chico y a mí. Niall no se percataba de aquello hasta que Harry se acercó a hablar con él. Echó un vistazo y puso cara de mala leche. Le sonreí cínicamente.
El calor entre los cuerpos de aquel chico y yo se iba aumentando. Los movimientos iban al ritmo de la música y provocaban a los más de cien chicos de la sala. Niall se separó de la chica y se acercó con Harry al centro de la pista. Se le notaba en la expresión de la cara que eso le molestaba, aunque no sabía porque. Yo seguía a mi rollo, intentando poner más y más celoso a Niall, si él jugaba, yo también. Yo seguía agarrada al cuello del chico y le guiñé un ojo. Poco a poco nuestras bocas se acercaban más y más. Yo no tenía intención de hacerlo, pero el comportamiento de Niall me llevó a eso, bueno, más bien mi orgullo me llevó a eso, y si tenía que hacerlo lo haría. Cuando Niall gritó y apartó al chico de mí con un empujón.
- ¡Leah ya está!- Dijo cogiéndome de la muñeca y arrastrándome a un lugar más apartado.
- ¡¿Se pude saber qué te pasa?!- Pregunté apartándolo bruscamente.
- ¿A mí? ¿Qué te pasa a ti? Leah, estás borracha, déjame que te lleve a casa.- Dijo apoyando una de sus manos en mi hombro, cosa que hizo que me apartara bruscamente.
- No estoy borracha,- Bueno, quizás lo estaba un poco…- ¿Y que más te da a ti lo que haga o deje de hacer? Si me conoces desde hace menos de una semana.
- Eres peor que tu hermano.- Al oír eso me giré exasperada, odiaba que me comparara con él todo el tiempo,  y me entraron ganas de volver a la pista con aquel chico, pero Niall me cogió del brazo y me lo impidió.- ¿Te has puesto celosa? ¿Ha sido por eso?- Preguntó con una media sonrisa. Noté como la sangre de todo mi cuerpo se acumuló en mis mejillas, y recé para que no se notara con las luces de la discoteca. Volví a intentar marcharme, pero Niall se inclinó hacia mí, sus brazos a ambos lados de mi cabeza, acorralándome, y su rostro a milímetros del mío.
-Niall, por favor déjame en paz.- Le supliqué, pero entonces me vino a la cabeza la última pregunta que me había hecho.- Por cierto…- Dije apoyando mis manos en su pecho y apartándolo de mí.- ¿No será que el que se ha puesto celoso eres tú?- Dije mordiéndome el labio inferior y mirándole a los ojos. Suspiró, pero en su rostro pude percibir el mismo rastro de enfado que cuando me vio con aquel chico.
- Déjame que te lleve a casa… - me murmuró mientras me colocaba el pelo detrás de la oreja. Noté sus manos en mi faz y me dio un escalofrío. Negué con la cabeza y le sonreí cogiéndole de la mano.
- Ven conmigo… - me murmuró cogiéndome de la mano. Ella iba por delante, esquivando a la multitud de gente que se hallaba en la fiesta mientras se reía. Picó a la puerta del baño, no contestó nadie y Leah me regaló una sonrisa. Entró de mi mano, todavía no me soltaba. Al entrar en el baño, los oídos se me despejaron, la música sonaba de fondo y no se escuchaba tan fuerte como en la fiesta.
- ¿Te he dicho alguna vez que te quedan muy bien las camisas?- Dijo sonriendo y comenzándome a besar por el cuello, poco a poco… Mi cerebro sabía de sobras que eso no podía ser, que ella estaba borracha, y que de alguna forma me estaba aprovechando de la situación, pero en vez de eso mi cuerpo me pedía que me dejara llevar. Cerré los ojos y disfruté de aquel momento junto a ella. Buscó mis labios y nos besamos. Más y más besos que nos unían. Un beso pasional, intenso… Sensual. Deslizó sus manos sobre mi camisa, desabrochándola lentamente. Aunque aquello no quería que terminase, debía hacerlo. Jadeante le contesté que no podía y ella se separó de mí. Y me miró fijamente a los ojos.- ¿Porque?- Preguntó confundida. Suspiré, ni siquiera yo sabía la respuesta, ya que me moría de ganas de continuar.
- No lo sé... Estás borracha, y seguramente si no lo estuvieras no lo hubieses hecho.
- Estar borracha solo es la excusa que he utilizado porque nunca me hubiera atrevido a hacerlo si no.- Dijo apartándose más de mí y volviéndome a besar, y haciendo que me volviera a perder en sus labios. Salió del baño, me abroché de nuevo la camisa. Ella se colocó bien la falda y el pelo, pero le quedaba genial así. Sonreí.
- ¿Ahora me dejas que te lleve a casa o vas a tontear con más tíos de la discoteca?- Le dije cogiéndola de la cintura, y se empezó a reír.
Fuimos a buscar a Liz, Emma y Harry y llamamos a un taxi para que nos viniera a buscar. Salimos por la puerta de atrás, pero aun así habían paparazis esperando una nueva exclusiva. Dejamos a Harry en su casa, ya que pillaba de camino, y acompañé a las demás a casa de Josh. Leah no llevaba llaves, pero por suerte sabía dónde las escondía Josh. Me costó un buen rato convencerlas, sobre todo a Leah de que no hicieran ruido, ya que lo que menos me apetecía en esos momentos era que Josh se despertara, mirarle a la cara, y decirle que me había enrollado con su hermana pequeña. Aunque quizás estaba haciendo una bola de todo eso.
Abrí la puerta del apartamento con cuidado, y Emma y Liz subieron al piso de arriba. Mientras que Leah… Leah se tiró en plancha en el sofá y dejó caer los tacones al suelo, cosa que retumbó por toda la casa. Menos mal que Josh tiene un sueño profundo, pensé.
Se acercó a donde estaba y cerró la puerta. Después me rodeo con los brazos por el cuello y me besó en la comisura del labio.- Leah…- Dije intentando que parara, pero ella posó su dedo índice sobre mis labios y me mandó callar. Se quedó mirándome fijamente los labios por unos segundos y se separó de mí. Me cogió de la muñeca y me llevó hacia la cocina, como si de un títere se tratase. Sacó un par de trozos de pizza de la nevera y los metió en el microondas. Mientras se calentaban se sentó en la encimera y se recogió el pelo en un moño despeinado.
- Me tengo que ir.- Dije justo cuando pitó el microondas, y ella me llevó hasta el sofá. Al final me quedé a comerme el trozo de pizza. Me giré y vi a Leah tumbada en el sofá completamente dormida. Por fin se había dado por vencida, pesé sonriendo en mi fuero interno. Fui a por una manta y me acerqué para taparla.
- ¿Te vas ya?- Preguntó abriendo los ojos e incorporándose.
-Shhhhhh…- Dije volviéndola a tapar y girándome para marcharme. Pero ella me rodeo por el cuello y me lo impidió. Suspiré.
- ¿Te puedes quedar a dormir?

sábado, 8 de diciembre de 2012

4. It's a new day.


En Capítulos anteriores...
En ese momento llegaron dos chicos más, Harry y Liam. Harry tenía el pelo rizado, y unos perfectos hoyuelos se marcaban en sus mejillas. Y en cuanto a Liam, no pudo evitar fijarme en sus ojos, eran marrones, y bastante normales, como los míos,  pero tenían algo que los hacían especiales. Les saludé a los dos dándoles dos besos en las mejillas.
- Hola chicos, siento llegar tarde.- Dijo un chico entrando por la puerta.
Me quedé mirándole y el clavó sus ojos en mi.
- Zayn esta es…- Dijo Louis al ver la situación, pero no pudo acabar la frase.
- ¿Leah?

4. It's a new day.


- ¿Ya os conocíais?- Preguntó Niall extrañado.
- No, bueno si…
- Nos conocimos hace un tiempo.- Interrumpí al ver que Zayn se ponía nervioso.
- ¿Os tomo nota chicos?- Dijo el camarero entrando por la puerta.
Me volví a sentar al lado de Niall y él en agradecimiento me regaló una sonrisa. Noté como me ruborizaba. Más tarde llegaron Josh y el resto de la banda, Sandy, Dan y Jon. Zayn no paraba de mirarme, pero no me dirigía la palabra, así que seguí hablando con Niall. Louis no paró de recitar chistes en toda la comida y de hacer tonterías, como por ejemplo, hablar con la boca llena, la verdad, era el más gracioso. Mientras, Niall disfrutaba con la comida, se le veía a gusto, allí sentado. Era su restaurante favorito y yo estaba sentada a su lado, simplemente increíble. Junto a ellos la cena se pasó rápida, y apenas sin darse cuenta ya habían terminado.
Me sonó el teléfono y salí fuera del restaurante a hablar.
- ¿Estás ya aquí?- Preguntó una voz chillona al otro lado.
- Si, estoy cenando en un restaurante con mi hermano y unos amigos.
- ¿Son monos?- Preguntó.
- Por lo que veo no has cambiado Liz.- Dije riendo.
- Pero me amas tal y como soy. Oye, mañana me han invitado unos amigos a una fiesta. ¿Qué te parece? Podemos quedar por la mañana, nos vamos de compras y de paso nos ponemos al día.
- Me parece bien.- Dije riendo, ya que ella no dejaba de hablar haciendo planes para el día siguiente.- Hace mucho que no hablamos y  ya tengo ganas de verte.- Dije colgando, sin darle tiempo a decir nada más, eso le reventaba.
Me giré para volver a entrar y Zayn estaba saliendo afuera mientras se encendía un cigarrillo. Le sonreí y el me devolvió la sonrisa.
- ¿Al final como te fue la prueba?- Me preguntó mientras le daba una calada y se guardaba el encendedor en el bolsillo.
- Me cogieron.- Dije riendo y acordándome de todo lo que nos había pasado ese día.- Supongo que al final no me diste mala suerte.
- Bueno, entonces, ¿ya no me odias?- Preguntó irónico poniendo cara de niño bueno.
- Bueno, has ganado puntos pero te sigo odiando.
- ¿Y después el rencoroso soy yo?- Dijo haciéndose el ofendido.- Pues aun me debes un teléfono nuevo.
En ese momento salieron los demás del restaurante y nos fuimos a mi casa, bueno, a casa de Josh. Estuvimos allí hasta tarde, bromeando y bebiendo cerveza en el salón mientras charlábamos.
Salí a la terraza a tomar un poco el aire, y Niall me siguió. Se sentó a mi lado, estaba un poco mareada, pero me sentía bien, me daba calor.
- ¿Quieres que vayamos a dar una vuelta?- Preguntó  Niall mientras apartaba el brazo de mis hombros y me daba la mano.
- No, de verdad, estoy bien, creo que me ha sentado mal la cena, y que he bebido alguna cerveza de más. Sólo ha sido eso.- Intenté ser amable y agradecida, pero Niall era de esos chicos que hasta que no te ven bien, no te dejan.-  Oye, si quieres podemos quedar algún día y me haces de guía, que aun no me ha dado tiempo a ver la ciudad.- Dije mirándole.
- Claro, pero sin que se entere tu hermano.- Dijo riendo.- No, ahora en serio, si quieres quedamos mañana y vamos a dar una vuelta.- Añadió. Me levanté y le di un beso en la mejilla.
- Me voy a dormir, que estoy cansada.- Dije saliendo al salón. Todos se nos quedaron mirando, pero Niall enseguida soltó alguna broma y desvió su atención. Aproveché ese momento para despedirme y subir a mi habitación. Me acosté en la cama y puse el despertador para la mañana siguiente.
 - ¡Buenos días!- Dije entrando a la habitación de Josh y sentándome en su cama. Abrió los ojos un par de veces y se incorporó.
- Buenos días…- Contestó con la voz ronca, tapándose la cara con la almohada y dándose la vuelta.
- Me voy, que he quedado con Liz, ayer me llamó y...
-  ¿Y para eso me despiertas?- Dijo interrumpiéndome.- Creo que me voy a repensar lo de acogerte en mi casa.
Le saqué la lengua y volví a mi habitación. Me puso una falda de flores con una camiseta de tirantes blanca y un cinturón marrón. Ya no me acordaba, pero esa falda era de Liz.  Me miré en el espejo, me cepillé un poco el pelo, y me lo recogí en una trenza al lado.
Fui al salón y Josh aun seguía durmiendo en su habitación. Cogí el bolso que aun seguía encima del sofá, el móvil, y bajé escaleras abajo.
El cielo estaba encapotado, pero no parecía que fuera a llover. Cogí el autobús 68, y seguí las instrucciones que me había dado Liz. Piqué al timbre. Primero tercera, y en pocos minutos estaba allí abajo.
Nada más verme se abalanzó sobre mí y me dio un gran abrazo. Había cambiado mucho en ese tiempo. Se había dejado el pelo largo,  ahora lucía una larga melena rubia, y se había quitado el flequillo.
- ¿Vamos?
- Si, pero he quedado Emma, una amiga, supongo que llegará dentro de poco, siempre llega tarde, se habrá dormido.
Miré a mí alrededor. Vi una silueta bajita, era una chica. Afiné más mi vista, supuse que sería Emma. Tenía la vista perdida, iba un poco despistada. Era una chica más bien bajita, con melena por los hombros de color castaño claro, blanca de piel, con los ojos claros, sonriente y muy amiga de sus amigos. Al fin Emma nos vio, a lo lejos, muy a lo lejos. Corrió a su manera, es decir, no corrió, pero lo intentó, y con cada brazo nos abrazó a cada una.
- ¿A dónde queréis ir?- Dijo sonriendo.
- A cualquier sitio, pero yo no he desayunado.- Dijo Liz quejándose.
Cogimos otro autobús, esta vez nos dejó en el Covent Garden. Liz se moría de hambre, así que entramos en una pastelería. Emma decidió buscar una mesa para tres mientras nosotras pedíamos el desayuno. Nos sirvieron enseguida. Dos cafés, un zumo y pancakes para las tres.
El local estaba decorado con fotografías de Londres en blanco y negro, y repleto de unos sofás color marrón que rodeaban mesitas de café.
Después Emma y Liz me explicaron toda su vida con pelos y señales. Mientras  robaba algún que otro trozo de las tortitas de Liz, que no dejaba de hablar.
Nos levantamos y pagamos la cuenta. El sol había salido, y el cielo se había despejado. Efectivamente tenía razón, y no iba a llover.
- ¿Podemos ir a algún sitio?- Dije empujándolas, ya que se habían parado a hablar.
- ¿Vamos a un centro comercial?- Soltó Liz entusiasmada.
-¿Con el día que hace? Estás de broma ¿No?
Finalmente terminamos tumbadas en el césped de un gran parque. Estuvimos allí toda la mañana, hablando, bromeando, como en los antiguos tiempos.
Me llegó un mensaje de Niall. Había olvidado por completo que había quedado con él, pero no me dio tiempo a contestarle. Antes de poder hacer nada Liz me interceptó el móvil.
- ¿Y esto? Leah ya nos estás contando todo ahora mismo.- Dijo enseñándoselo a Emma.
- No tengo que contaros nada.
- Ah, ¿que has quedado con un inglés buenorro y no nos lo quieres decir?
- No es inglés, es irlandés.- Repliqué sacándole la lengua y quitándole el móvil mientras comenzaba a caminar hacia la parada de autobús.
- Ah, disculpe usted.- Dijo Liz irónicamente siguiéndome.
- Es solo un amigo de mi hermano.
Nos montamos en otro autobús que nos llevó a un centro comercial, era pequeño, pero muy acogedor. Más bien, parecía un palacio, con el suelo de mármol y las barandillas pintadas de oro nacarado. Era muy bonito la verdad. Nos compramos varias cosas. Liz unos pantalones negros con destellos plateados, y unos peep toes a juego, también un vestido por si se daba la ocasión de color amarillo claro. Yo me enamoré de unos zapatos, eran mi perdición, pero no llevaba suficiente dinero encima, así que me conformé con un vestido negro que encontré escondido en una tienda. Parecía que lo hubieran guardado para mí.
Llegamos a mi casa derrotadas de tanto caminar, y colocamos las cosas en mi habitación.
“¡Dios, me duelen los pies!” Es lo primero que dije Emma al llegar a casa. Deseaba llegar con toda su alma. Estaba dispuesta a tirarse en el suelo y quedarse ahí sentada en huelga por no querer ir a comprar más.
Dejamos las bolsas encima del sillón y nos pusimos a hacer el vago mientras comíamos palomitas y escuchábamos música en el portátil.
A las siete del a tarde subimos a arreglarnos para salir de fiesta y entré al baño a ducharme.
Al salir me puse el vestido nuevo y me enrosqué una toalla en el pelo para que se me fuera secando mientras me maquillaba. En ese momento picaron a la puerta y bajé corriendo las escaleras intentando no matare.
Abrí la puerta y se escucharon gritos y pasos subiendo por las escaleras como si de una estampida se tratase.
Entraron por la puerta Josh y Niall seguidos de Liam. Josh se me tiró encima y me abrazó fuerte sin dejarme escapar.
- Josh, quita, no puedo respirar, ¿Qué haces?- Me quejé.
- Es mi venganza por despertarme esta mañana.- Dijo apretándome más fuerte. Al fin me escapé y fui a saludar a los demás.
- Oye Leah, ¿siempre me vas a recibir recién salida de la ducha? Algún día podrías hacerlo mientras te duchas.- Se rio Niall mientras me abrazaba.- Si te acostumbras a recibirme en toalla Josh se terminará enfadando.
- Ja, ja.- Dije irónica.- Pues que no te tenga todo el día aquí metido.- Añadí mirando a Josh, que me cambió de tema y me miró.
- ¿Adonde vas?- Preguntó.
Con Liz y Emma, te lo he dicho esta mañana, si me escucharas en vez de dormir….- Dije suspirando y subiendo al piso de arriba para no darle tiempo a hacerme más preguntas.
Emma se estaba duchando y Liz seguía tumbada en la cama enganchada al ordenador. Le cerré la pantalla de golpe y se me quedó mirando asesinamente.
- ¿Qué haces?- Dijo apartando el portátil a un lado, y pegándome con un almohadón que tenía al lado. Cosa que hizo que me cayera al suelo y que se escuchara un gran estruendo. Me entró un ataque de risa al ver como me había quedado y no era capaz de levantarme.
- Leah, ¿quieres dejar de hacer el tonto y espabilarte? Que a este paso no vamos a llegar.- Dijo Liz sacándome la lengua y entrando al baño, bueno, echando a Emma de él e invadiéndolo por completo.

LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, de verdad. Perdonadme por no haber subido antes, pero como ya os dije en la entrada anterior he estado muy liada con exámenes.
Bueno, ¿y que os parece que Leah y Zayn se conocieran de antes? jfdjkalwfbsvjskd
Se que este capítulo no tiene nada en especial, pero os prometo que los próximos se ponen muy interesantes. Ah, y si me da el venazo  a lo mejor dentro de un rato subo el próximo, pero para eso... COMENTAR!! 
Vale, y ya no soy más pesada Jajajaja De verdad, gracias por leerme y decirme que os gusta, no sabeis lo que motiva a escribir :D

viernes, 7 de diciembre de 2012

Nueva Sección.

Hola!! :D
Bueno, lo siento mucho por no haber subido capítulos, pero es que he estado muy liada con exámenes y no he tenido tiempo. Pero no os preocupéis, que he estado escribiendo capítulos y ahora intentaré subir cada día.
También quería deciros que gracias por comentar, y me encanta ver como van aumentando las lectoras y que os gusta.
Mañana subiré el próximo capítulo, ya que hoy estoy terminando de arreglarlos, pero mientras tanto, he escrito una nueva sección, que está ahí arriba, con los personajes que saldrán durante toda la novela, así que pasaros por ahí y decirme que os parece.
Muchas gracias de verdad, y espero no haceros esperar mucho para el próximo capítulo.
Att: Leah.

lunes, 19 de noviembre de 2012

3. Lo único que necesitas es creer en ti misma (I)(II).

Hola, bueno lo primero que nada, deciros que acabo de empezar el blog y me gustaría que me dierais vuestra opinión, o si no os apetece comentar votar en la encuesta que hay debajo de cada capítulo. Y otra cosa más, este capítulo es más largo, pero és la única forma que tenia para ponerlo, porque si no no tenía sentido. Espero que os guste!
Kisses Leah.

3. Lo único que necesitas es creer en ti misma (I).



FLASHBACK DOS MESES ANTES:
La alarma del móvil comenzó a sonar. Me giré aun medio dormida. ¡Mierda! Pensé. Ya eran las nueve y aun no me había levantado. No podía arriesgarme a llegar tarde.
Salté de la cama intentando no perder el equilibrio. La cabeza me daba mil vueltas, la noche anterior apenas había podido dormir a causa de los nervios. Fui al baño corriendo y encendí el agua de la ducha. Me paró un momento a mirarme en el espejo. Tenía un aspecto realmente horrible. Entré de nuevo en la habitación y cogí lo primero que vi en el armario, antes de salir corriendo por la puerta.
Ya habían pasado tres semanas desde que llegó la carta, la primera carta, la que decía que me habían concedido una audición para poder ingresar en la Escuela Nacional de Danza. Al final decidí intentarlo, el que no apuesta no gana ¿No?
Había quedado con Josh a las nueve y cuarto en la parada de autobús de la academia. No tenía pérdida.
La puerta se abrió y bajé corriendo. No vi a Josh, pero llegaba tarde, y la academia estaba a cinco manzanas.


Justo en ese momento, en esa misma calle, de un taxi se bajó otro chico, inmerso en su teléfono móvil sin apartar la vista de la pantalla.
Dos personas, en direcciones opuestas. Podrían pasar muchas cosas, pero pasó lo que el destino había decidido para ellos dos, y chocaron tan fuerte que ambos se cayeron al suelo.
- ¡Ah! ¡Ten cuidado!
- ¿Perdona? Y lo dice la que iba corriendo.- Miró hacia adelante al escuchar aquella voz, y vio a un chico, intentándose recomponer de aquella caída.
- Lo siento, ¿Estas bien?- Dijo Leah tendiéndole la mano para ayudarle a levantar.
- Si, aunque no puedo decir lo mismo de mi móvil.- Contestó este enseñándoselo. La pantalla había quedado totalmente destrozada.
- ¿Tu móvil? Lo siento… Oye, me tengo que ir, es que llego tarde.- Dijo antes de volver a salir corriendo de nuevo, a por la que sería la oportunidad más grande de su vida.


Al llegar al edificio, Josh se me acercó corriendo. “¡Leah! ¿Dónde estabas? Ya han comenzado, he estado llamándote…”. Él no dejaba de hablar, y de hacerme preguntas, y yo cada vez me ponía más nerviosa. Me apoyé en la pared, y me dejé caer en el suelo junto a mi bolsa. Estaba realmente estresada.
- ¿Por qué no has venido a buscarme?
- Leah, te he enviado un mensaje.- Me saqué el móvil del bolsillo y lo comprobé. Efectivamente, ahí estaba, sin leer, dentro de la pantalla del móvil que en ese momento tanto me apetecía estampar contra la pared.
- ¿Estás lista?
- No lo voy a conseguir.
- ¿Eres tonta?- Contestó arrodillándose ante mi.-  Leah, te he visto hacerlo, y sabes de sobras que vales y lo vas a bordar. Lo único que necesitas es creer en ti misma.
Al decir eso le sonreí. Era la frase que siempre me decía mi madre cuando era pequeña antes de salir al escenario.
- ¿Y sabes que más?- Dijo apuntándome con el dedo y clavándomelo en el pecho.- Que te van a dar esa beca, y que te tendré que soportar por aquí día  y noche.- Añadió riéndose y tendiéndome la mano para que me levantara, e intentara tranquilizarme.
- ¿Leah Devine?- Dijo un hombre con una americana, y gafas de pasta saliendo por una pequeña puerta de madera.
Los dos nos miramos, y no hizo falta nada más. Telepatía de hermanos, como le llamaba yo, aunque no fuéramos gemelos.
Venga, Leah, tú puedes. Me decía una y otra vez dentro de mi cabeza, aunque no me lograba convencer. El corazón estaba a punto de salirse de su sitio, y cada vez tenía más dudas sobre la prueba.
Subí unos cuantos escalones me encontré en medio del escenario, con la única compañía de un foco que me iluminaba desde lo alto del telón.
Se escuchó una voz de una mujer. “Si, diles que vallan pasando. Ya solo queda una”. Intenté adaptar un poco la vista, y vi a una mujer sentada en una de las butacas del público hablando con el hombre de gafas.
- Bien, ¿Edad?- Preguntó la mujer impaciente. Tenía el pelo ondulado, ligeramente canoso, y recogido en un moño en lo alto de la cabeza.
- Diecisiete.- Apenas podía hablar, un nudo se apoderaba de mi garganta.
- ¿Has bailado alguna vez en una compañía importante?
- No, pero…
- ¿Entonces no tienes experiencia?- Me interrumpió sin dejarme terminar la frase. Negué con la cabeza. En ese momento me sentí totalmente estúpida por no poder hablar.
También fue entonces cuando entraron cinco chicos por la puerta trasera del teatro, acompañados otra vez por ese hombre. La mujer  les miró y les sonrió. Parecía que el escenario hubiera desaparecido, como si ni siquiera se percataran de que yo estaba allí. La mujer se levantó y fue a darle dos besos a cada uno.
- Lo siento, acabaremos pronto. Poneos cómodos por favor.- Dijo suspirando, ofreciendo asiento a los chicos.- Está bien, puedes comenzar.- Añadió dándole al play.
Respiré hondo. Y cerré los ojos, en ese momento era todo o nada. Mi única oportunidad.
La música comenzó a sonar. De golpe todos mis miedos desaparecieron, y todas mis preocupaciones quedaron atrás, en ese momento éramos el escenario y yo, y no me importaba el hecho de tener siete pares de ojos clavados en mi.
- Está bien, gracias por venir. Te llamaremos para informarte.- Dijo la mujer parando la música cuando apenas había comenzado.
- ¿Perdón?- Solté intentando captar la atención de aquella mujer. Esta se me quedó mirando junto a todas las demás personas de la sala.- Eh…- Vale, ahora si que lo he estropeado, pensé.
- ¿Pasa algo? La prueba ya ha terminado.
- Si, que no me ha dejado terminar, nada más empezar me ha cortado.
- ¿Disculpa?- Dijo acercándoseme intimidantemente. En ese momento ya me daba igual lo que podía pasar. 
Esa prueba era mi última oportunidad, y después de todo lo que había hecho para llegar hasta  allí no pensaba derrocharla.
- Lo sabe perfectamente.  Nada más entrar ya no me ha dado oportunidad. Creo que como mínimo merezco que me mire bailar.
- Es que eso tengo que decidirlo yo. Mira, ¿Sabes que? Baila, si quieres que te vea baila. No me harás cambiar de opinión al respecto, pero por favor no me hagas perder más el tiempo.
Me quedé mirándola paralizada, pero la música volvió a sonar. Ya no estaba nerviosa, ni lo más mínimo. En ese momento me vinieron a la cabeza todas las imágenes vividas, todos los ensayos hasta las doce de la noche, y las caídas, pero a la vez, los buenos momentos. Y no pensaba dejar que todos mis esfuerzos resultaran en vano.
La música terminó, y con ella mi última de triunfar en lo que realmente valía. Abrí los ojos. En ese momento desearía haber estado en cualquier lugar menos allí, pero tenía que afrontarlo.
- ¿Has terminado o tienes alguna queja más sobre mi forma de evaluar?- Preguntó la mujer nuevamente.
- Gracias.- Solo pude decir eso, las lágrimas estaban a punto de salir y no le quería dar el placer de verme llorar.
Bajé las escaleras del escenario y salí corriendo de allí. Entré en el baño y cerré una de las puertas con pestillo, dejándome caer en el suelo. Pasados unos minutos abrí la puerta y salí a mirarme en el espejo. Mis ojos ahora estaban rojos e hinchados, marcados por dos horribles ojeras.
Fue entonces cuando la puerta del baño se abrió, y mis ojos se toparon con una figura delgada pero musculosa y de espalda ancha, su piel de un hermoso color tostado, cabello de un denso color negro, y unos ojos del color del chocolate fundido observándome curiosos.


3. Lo único que necesitas es creer en ti misma (II)


- ¿Sabes que este es el baño de chicos?- Soltó el chico rompiendo aquel incómodo silencio.
- Lo siento, me he equivocado.
Suspiré y me dispuse a salir, pero él ocupaba todo el espacio de la puerta.  “¿Tu no eres la chica que me ha roto el móvil?”. Intenté escavar en mi memoria en busca de algo relacionado con un móvil, hasta que por fin me acordé. Alcé la mirada y nuestros ojos se volvieron a encontrar.
- Si, ya te he dicho que lo siento. Si quieres te lo pago, pero ¿me dejas salir?
- Si, perdona.- Dijo apartándose.- Oye… Te he visto bailar allí arriba, y lo has hecho bien…Quiero decir… Que me ha gustado, yo no me hubiera atrevido a decirle eso…- Decía poniéndose cada vez más nervioso al ver que se le trababan las palabras. Yo le sonreí sinceramente.- ¿Ves? Al menos te he hecho sonreír.
- Pero que a ti te haya gustado no sirve de nada. Oye ¿no tenías que ir al baño?- Pregunté mirándole.
- Si… Oye… Bueno da igual…- Dijo girándose y metiéndose en uno de los baños mientras sacudía la cabeza pensando algo para si mismo.
Al salir Josh ya no estaba. Le llamé, pero como de costumbre no me lo cogió.
“¿Leah?” Dijo una voz familiar detrás de mí. Pero no podía ser ella. Me giré, y la vi dirigiéndose hacia mí apresuradamente. Hacía años que no nos veíamos. Habíamos perdido el contacto, pero había aparecido en el momento en el que más la necesitaba
- ¡Liz! ¿Qué haces aquí?- Dije abalanzándome sobre ella a darle un abrazo. Me sentó bien ver a una cara amiga en esos momentos.
- Creo que lo mismo que tu.- Dijo señalándome. Aun no me había dado tiempo a cambiarme, y no me había dado ni cuenta.- ¿Cómo te ha ido la prueba?- En ese momento no pude más, comencé a llorar y Liz me abrazó. Me daba vergüenza hacerlo, odiaba llorar delante de la gente, y más después de haber estado tanto tiempo sin verla, pero no pude evitarlo.- ¿Qué te parece si vamos a tomar un café y me lo cuentas?- Añadió cogiéndome la bolsa sonriendo.- Conozco una cafetería donde hacen los mejores croissants del mundo. Aun te siguen gustando ¿No?


Al salir del baño ella ya no estaba. Ni siquiera había sido capaz de preguntarle el nombre y me sentía realmente estúpido. Ni siquiera sabía porque no pude decir una sola frase coherente.
Volví adentro, estuvimos hablando con aquella mujer durante un tiempo interminable. No me molesté ni en mirar el reloj, porque sabía que los minutos no avanzarían.
Cuando acabamos, salí a la calle y me senté en un escalón, viendo como poco a poco se iba consumiendo el cigarro que acababa de encender.
- ¿Qué haces aquí?- Preguntó Liam saliendo por la puerta acompañado de los chicos.
- Eh… Nada, que necesitaba tomar el aire…
- Ya… Oye, que ya hemos terminado. ¿Vienes a comer?
- No, mejor me quedo, no tengo ganas.
- ¡Pues tu te lo pierdes!- Dijo Niall levantándose.- Más comida para mi.
Me encendí otro cigarrillo y continué ahí sentado, esperando. Sin saber muy bien a que.
Levanté la cabeza y la vi. Sentada en un banco en la acera de enfrente. Me quedé mirándola, sin saber como hablarle. Que tal con un “Hola, me llamo Zayn, te he visto antes y no he podido articular palabra” pensé. No, parecería estúpido.
Miré a los dos lados de la calzada, no venía nadie, así que crucé la carretera y me acerqué a ella.


Cogí el teléfono y enchufé los auriculares, encendiéndolo en modo aleatorio. Empezó a sonar “You found me” de The Fray. No entendía porque, pero en los peores momentos el móvil se encargaba de deprimirme aun más.
Levanté la vista y vi al chico de antes acercarse a mí.
- ¿Me persigues?-  Dije quitándome los cascos al verle.
- Si. Bueno, no…- Respiró hondo.- Es que te he visto aquí y… ¿Ya estás mejor?
Al decirme eso sonreí.
- ¿Cómo te llamas?- Pregunté suspirando.
- Zayn…
- Y se puede saber Zayn, ¿Por qué eres tan horriblemente bueno conmigo? Así no puedo odiarte.- Al oír eso estalló en una carcajada y se sentó a mi lado.
- ¿Y porque deberías odiarme?
- ¿Qué porque? Por chocarte conmigo en el autobús, por hacerme llegar tarde, y por aparecer mientras hacía la prueba.
- ¿Tendrás morro? Encima que me rompes el móvil.
- ¿Me lo echarás en cara toda la vida? Eres un rencoroso ¿sabes?
- Bueno, y ya que me odias ¿puedo saber tu nombre?
- Leah.
En ese momento el móvil me comenzó a sonar, descolgué y comencé a hablar por él. No podía haber sido más oportuno, pensé irónicamente.
- Oye, me tengo que ir, encantada de conocerte Zayn.- Dije levantándome. Pero apenas pude dar un paso, cuando me quejé porque me dolía el tobillo.
- ¿Estás bien?
- Si, durante la prueba me he hecho daño, pero no es nada, como mucho será un esguince.
- ¿Y eso no es nada?- Dijo alarmado.- ¿Quieres que te lleve? Tengo la moto aparcada a una manzana.
- No, no te preocupes. Además no me monto en motos de desconocidos.
- Vamos, no me seas cabezota, no voy a dejar que te marches con el tobillo así, además ha sido mi culpa ¿no? Y no soy un desconocido, soy Zayn.
- Bueno, si insistes…- Dije irónicamente.


Fui a buscar la moto mientras me esperaba allí sentada.
Saqué un casco de debajo del sillín, siempre llevaba uno de repuesto, y arranqué  la moto. Al llegar, seguía allí esperándome, sentada en el banco. Le tendí un casco y le hice un gesto para que se subiera.
Conduje a una velocidad moderada, perfecta para aprovecharme y hacer que ella se agarrara fuerte a mi torso, disfrutando de su presencia y de ella, cosa que veía lejos de mi alcance. Le ponía nerviosa ir en moto. La  observaba por el retrovisor, estuvo con los ojos cerrados durante todo el trayecto. Antes de que nos diéramos cuenta, habíamos llegado, y la moto se detuvo. Ambos nos bajamos de la moto. Me la quedé mirando. Se le veía preciosa con el pelo alborotado por el casco y el viento, con los ojos brillantes y claros. 
FIN DEL FLASHBACK.

domingo, 18 de noviembre de 2012

2. It’s a new day:

2. It's a new day.


Abrí los ojos lentamente. La cabeza me daba mil vueltas, y lo único que recordaba de la noche anterior era haber entrado en el local con los chicos. Me incorporé un poco maldiciendo la bebida y jurando que nunca más volvería a probarla, una promesa que todos sabíamos que no iba a cumplir. Me sujeté la cabeza entre las piernas y miré a mí alrededor. Suspiré aliviado. Al menos estaba en un lugar conocido. Me levanté intentando estabilizarme y entré en  la cocina.
Me quedé parado en la puerta mirando su interior. Una pequeña silueta estaba agachada frente al frigorífico buscando algo de comida. Se giró y se sobresaltó al verme, dejando caer al suelo una botella de leche y vertiéndola por completo. "¡Mierda!" Chilló mientras intentaba saltar el charco para no mancharse. 
Solo llevaba puesta una sudadera, de Josh creo, y llevaba el pelo recogido en un moño despeinado. Tenía cara de no haber dormido mucho, pero aun así no podía apartar la vista de ella, que me resultaba extrañamente familiar, y entonces reaccioné y me acerqué al fregadero para coger una bayeta y ayudarla a recoger.
Me giré para dársela y la encontré detrás mio, a pocos centímetros. Se me quedó mirando de arriba abajo y se ruborizó. No había caído en la cuenta de que solo llevaba puestos unos calzoncillos. Se apartó un poco y le tendí la bayeta.
- ¿Por qué hacéis tanto ruido de buena mañana?- Dijo Josh entrando por la puerta mientras se rascaba la cabeza y bostezaba.
- Buenos días a ti también.- Le dijo la chica acercándose a él y dándole un beso en la mejilla.- Me voy a duchar, limpias tu.- Añadió depositando la bayeta en sus manos y saliendo de la cocina.
- No te pienses que te vas a librar tan fácilmente.- Dijo Josh cuando esta ya se había ido. Me quedé mirándolo atónito y me senté en una de las encimeras.
- ¿Anoche ligaste y no me enteré?- Pregunté haciendo que se atragantara con el vaso de zumo que estaba bebiendo.
- ¿Qué clase de degenerado eres?- Dio mirándome.- Es mi hermana idiota.
- ¿Tu hermana?- Dije sorprendido, con razón me era tan familiar. Si los ponías uno al lado del otro ella era la versión mejorada de Josh.- ¿Desde cuando?
- Desde hace diecisiete años.- Contestó irónico.
- ¿Y cuando pensabas presentármela? ¿En tu funeral?
- Niall,- Dijo depositando la bayeta encima de la mesa.- para el carro. Si no te he dicho nada de ella es porque está prohibido hablarle, mirarle, y no hace falta añadir tener nada con ella. ¿Está claro?
- Pero... Bueno, pero te aviso que los irlandeses somos irresistibles.
- Si, lo que tu digas, pero a partir de ahora está prohibido pasearse por mi casa con esas pintas.- Dijo señalándome con una cucharilla. En ese momento apareció su hermana por la puerta, cubierta únicamente por una toalla enrollada en el cuerpo. Vale, lo admito, no pude evitar mirarla más de lo necesario, pero soy un chico al fin y al cabo.-Y lo mismo va por ti Leah.- Añadió señalándola y mirándome después a mi, que aparté la mirada de ella en el acto.
- Es que no se donde mierda guardaste mi maleta anoche, no es mi culpa.- Contestó sentándose en un taburete.
- Ha llamado mamá, dice que vendrá mañana, y me he tenido que tragar un sermón por tu culpa. Aún sigo esperando esa explicación.- Dijo mirándola.
- Joshua Devine, eres un pesado.- Suspiró exasperada.- Tengo hambre, voy a ir a comprar el desayuno. ¿Queréis algo?- Dijo cambiando de tema completamente. No pude evitar reírme cuando se fue a cambiar. Josh me miró asesinamente.
- ¿Y tu de que te ríes?- Dijo seco.
- Parecéis un matrimonio.- Dije intentando controlarme.- Por cierto Joshua, tu hermana cada vez me cae mejor.- Dije saliendo por la puerta riendo.
Estuvimos todo el día metidos en el apartamento, en la calle estaba diluviando, se notaba que dentro de poco sería otoño, y estuvimos hablando en la cocina mientras mirábamos chorradas en el ordenador. Después aburridos, nos sentamos en el salón a ver una película. Josh estaba en medio, pasando los canales sin detenerse en ninguno.
- Por dios, Josh, me estás poniendo nerviosa.- Dijo Leah quitándole el mando.- Decídete de una vez.- Añadió levantándose y entrando en la cocina. 

Se paró frente al frigorífico rascándose la barbilla. Estaba llena, demasiado para su gusto. De tan llena no le apetecía nada que estuviera al alcance de su vista. Sacó tres refrescos, aún sin ánimo de nada. Esta vez abrió un pequeño armario. Allí siempre solía haber algo interesante que le saciara la gula sin hambre que tenía. Cogió el último paquete de palomitas del microondas que había y lo puso a calentar. Llevó las cosas a la mesa pequeña de delante del televisor de plasma. Le pegó un pequeño sorbo a la suya y se tiró de nuevo en el sofá.

Mordisqueé  una de las bolitas de maíz que no se habían cocido en el microondas. Al terminar la película eché un vistazo a los canales de televisión. Nada que me interesara. Miré a Josh y a Leah que habían caído rendidos. Me levanté del sofá, el culo se me había quedado terriblemente dormido. Hice unas cuantas muecas y fui a buscar mi teléfono móvil que se había quedado en la cocina. Tenía varios mensajes de Paul, nuestro mánager diciendo que nos había surgido una entrevista, y que teníamos que ir a las oficinas sin falta. No tenía muchas ganas de salir, pero no tenía más remedio. Fui al salón de nuevo y avisé a Josh del cambio de planes.

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Me desperté y eran las seis de la tarde. Tenía toda la espalda entumecida por culpa de aquel maldito sofá. Subí a mi habitación y cogí mi móvil. Tenía un mensaje de Josh explicándome porque se habían ido y otro de Liz. No pude evitar reírme al leerlo, me explicaba el numerito que había echo ese fin de semana para escaparse de su casa e ir a una fiesta, y me dijo que si quería quedar con ella al día siguiente, a lo que acepté.
Bajé  y abrí la maleta. Aun no la había subido, y no tenía ganas de hacerlo. Cogí lo primero que vi, y entré en el cuarto de baño. Sé que me había duchado esa mañana, pero tenía ganas de darme un baño relajante, ya que Josh no volvería hasta tarde.
Encendí el grifo para que se fuera llenando la bañera, y fui en busca una toalla entre todos los armarios de la casa, intentando pensar como Josh y buscándola en los sitios menos razonables.
Encendí la música del Ipod colocándolo en unos altavoces, y me metí en la bañera perdiendo totalmente la noción del tiempo.
De pronto picaron al timbre. Salí rápidamente, me envolví en una toalla y salí corriendo del baño, resbalándome con el suelo mojado y cayendo de culo en el parquet.
- ¿Si?- Pregunté por el telefonillo.
- Hola, eh… ¿Leah?
- ¿Si?.
- Eh… soy Niall.- Dijo indeciso.
- Ah, sube, es él ático… aunque ya lo sabes.- Dije soltando una risita histérica y colgando. Salí  corriendo de nuevo hacia el baño para vestirme. Me metí unos shorts como pude, y me puse una camiseta que me había comprado en mi viaje de fin de curso a Dublín, mientras me peinaba el pelo un poco con los dedos, y me lo secaba como podía.
Picaron otra vez al timbre, pero esta vez era el de la puerta. Volví a correr y abrí de golpe.
- Hola, pasa.- Dije cogiendo aire.
Entró el chico rubio, de tez blanca, con unos mofletes rosados, y con los ojos azules, que se me quedó mirando sonriendo.
- He picado en un mal momento ¿No?- Dijo Niall  mirando mi pelo, que aún estaba chorreando.
- Si… bueno, no pasa nada.- Niall se río y cerró la puerta tras de si. Me acerqué a él y le di dos besos, mojándole la camiseta con el pelo.
- Te vengo a recoger. Te iba a llamar, pero no tenia tu número. ¿Has cenado?
- No, me acabo de despertar de la siesta.
- Genial, pues te vienes a cenar conmigo y con los chicos. Luego vendrá Josh, que los de la banda se han tenido que quedar más rato para terminar de grabar. Venga, vamos, y no valen excusas. Además vamos a Nando’s es mi restaurante favorito, no me puedes decir que no.- Soltó todo de golpe, y no pude evitar reírme.
- Bueno, todo sea por Nando’s.- Dije.- Me voy a vestir decentemente y ahora vengo. ¿Me puedes ayudar a subir la maleta? Que mi hermano no ha querido.
Subimos la maleta al piso de arriba y entré en el cuarto de baño dejando a Niall en la habitación. Me puso un vestido color celeste con un cinturón marrón en la cintura. Al salir, Niall estaba sentado en la cama mirándome. Me incomodaba cuando hacían eso.
Me acerqué a un pequeño espejo que había en una de las paredes y me solté el moño que llevaba colocándome bien el pelo.
- ¿Vamos?- Dije sacándolo de sus pensamientos.
En pocos minutos llegamos a Nando’s, éramos los primeros. El restaurante era bastante grande, pero como era pronto apenas había gente cenando. Niall habló con el camarero, que por lo visto ya le conocía, y nos llevó a una especie de sala reservada. Nos sentaron en una mesa rectangular, y muy bonita. Había unas lámparas realmente preciosas en aquella sala.
- ¡Nialleeeeer!- Gritó un chico con el pelo alborotado y con una gran sonrisa viniendo hacia nosotros y abalanzándose sobre él.
- ¡Ay! Leah este es Louis, Louis esta es Leah, la hermana de Josh.- Dijo Niall intentándolo apartar, pero sin obtener resultados.
- ¡Hola!- Contesté entre asustada y divertida. Aquel chico era alto, y tenía unos grandes ojos azules.
- Ah, ahora entiendo porque Josh no nos la quería presentar.- Dijo con tono misterioso dándome dos besos y sentándose enfrente nuestro. No pude evitar ruborizarme.
En ese momento llegaron dos chicos más, Harry y Liam. Harry tenía el pelo rizado, y unos perfectos hoyuelos se marcaban en sus mejillas. Y en cuanto a Liam, no pudo evitar fijarme en sus ojos, eran marrones, y bastante normales, como los míos,  pero tenían algo que los hacían especiales. Les saludé a los dos dándoles dos besos en las mejillas.
- Hola chicos, siento llegar tarde.- Dijo un chico entrando por la puerta.
Me quedé mirándole y el clavó sus ojos en mi.
- Zayn esta es…- Dijo Louis al ver la situación, pero no pudo acabar la frase.
- ¿Leah?