Y no me enrollo más, que se que tenéis ganas de leerlo, y más este.
Así que solo deciros que gracias por comentar, y por seguirme, porque si la fic sigue adelante es gracias a las que leeis, y que sepáis que me encanta ver que el número de lectoras va aumentando poco a poco.
Bueno, y como siempre digo lo mismo y después me tiro una semana sin subir, esta vez no os prometo nada, pero estoy deseando subir el próximo capítulo.
Love you all. Leah.
5. Let's get out of control. I wanna stay up all night and do it all with you .
Harry
picó al timbre y bajé las escaleras del apartamento de Josh dejándolo allí con
Liam. Fui el único que aceptó irse de fiesta con él, ya que Josh y Liam estaban
muy ocupados tumbados en el sofá sin hacer nada, Louis había ido a visitar a su familia durante unos
días, y Zayn… bueno, según él tenía planes, pero no le di más vueltas ya que
llevaba unos días muy extraño.
Entré en el coche y Harry le dio al taxista una dirección.
- ¿Adonde vamos?- Le pregunté.
- A una discoteca nueva, he hablado con Andy y con algunos más que también estarán.
Bajamos del coche. Como era la inauguración estaba lleno de gente y de paparazis cargados con cámaras. Genial, pensé irónicamente por unos segundos. En seguida nos pasaron a la zona VIP, al menos allí podríamos divertirnos, y seguro que hoy habría mucha gente. Al cabo de un rato vi a Andy sentado en uno de los sofás con una chica. Me acerqué a saludarlo mientras Harry fue en busca de unos amigos suyos.
Nada más acercarme supe que era ella, Leah, quiero decir. Andy la rodeaba con el brazo por los hombros y le estaba diciendo cosas al oído mientras ella se reía. Al verme, se levantó y me saludó. Leah me miró sonriendo, y él me la presentó, aunque yo supiera de sobras quien era.
- ¿No tienes suficiente con verme en tu casa que ahora me persigues hasta aquí?- Le dije sonriendo.
- ¿No te cansas de ser tan gracioso?- Preguntó irónica.- Oye, no habrá venido Josh ¿no?- Me dijo preocupada. Negué con la cabeza. Andy nos miró atónito a los dos sin entender nada.
- ¿De qué os conocéis?- Le miré y apoyé la mano en su hombro.
- Es la hermana pequeña de Josh, ¿no lo sabías?- Dije riéndome, sabía que le acababa de estropear los planes para esa noche.
Dejé a Niall y a Andy hablando y me fui a buscar a Liz y Emma. No habían más discotecas en la ciudad que tuvimos que ir a parar a la misma en la que estaban los amigos de mi hermano. En ese momento alguien me cogió del brazo y me comenzó a arrastrar por toda la sala hasta conducirme al baño de chicas. Liz se paró frente al espejo y se me quedó mirando.
- Leah, ya me estás explicando cómo es que conoces a Andy Samuels y a Niall Horan.- Dijo tajante, justo cuando entró Emma y se nos quedó mirando. Le conté toda la historia, aunque para mí no tenía la más mínima importancia. A Andy le acababa de conocer en la discoteca, de hecho fue el quien nos invitó a la zona VIP, y Niall era un simple amigo de mi hermano. Al acabar de contárselo me cogió de las manos y comenzó a dar saltitos de alegría a mi alrededor acompañados de pequeños grititos. Miré a Emma atónita, y esta solo me dijo que era normal en ella cuando le hablabas de One Direction. La verdad, sabía que eran famosos, o por lo menos eso me dijo Niall, pero nunca me hubiera esperado esa reacción, y mucho menos de Liz, que nos cogió de nuevo a Emma y a mí y nos condujo afuera.
- ¿Adónde vas?- Le preguntó Emma tirando para la dirección opuesta.
- A que Leah me los presente, ¿tú que crees?
Al final no tuve más remedio que presentárselos, y estuvimos sentados hablando y bromeando mientras bebíamos. Al cabo de un rato Andy se fue a hablar con unos amigos y no le volví a ver en toda la noche.
- ¿Qué le pasa?- Me preguntó Liz mirando hacia donde se había ido Andy. Miré a Niall y este se comenzó a reír.
- Que el señorito le ha contado mi oscuro secreto, y le ha dicho que soy hermana de Josh.- Suspiré.
En ese momento se acercaron un par de chicas hacia nosotros y les preguntaron a Niall si se podían hacer fotos con él. Una de ellas se sentó literalmente encima de Niall y comenzó a decirle cosas al oído mientras se reían.
No me apetecía ver esa escena, así que me levanté y fui a la barra a por bebida, donde estaban Emma y Harry, que nada más verme se alejó de él, que se quedó mirándola con cara de idiota, y se acercó a mí. Cuando volví Niall estaba bailando con la chica y unos cuantos amigos suyos. Me vio y me dibujó una sonrisa que no le devolví. Sonaba una canción de McFly ft. Taio Cruz, “Shine a light”. Llegaba la parte del estribillo y decidí darlo todo cantando la canción junto a Emma y Liz, que se había acercado para unirse a nosotras. El tema cambió y pasó a ser uno de David Guetta, de aquellas que todo el mundo ha escuchada más de cinco veces y que te animan a bailar, saltar y pegar botes en el suelo, cosa que hace que la bebida te suba a la cabeza más rápidamente, pero me sentía bien, aunque agotada.
Cuando paramos de bailar Liz me señaló con la cabeza al sitio donde estaba Niall, que estaba demasiado “ocupado” con aquella tipa.
No sé por qué lo hice, pero cogí a Liz del brazo y me dirigí con ella al medio de la pista, donde se concentraban la mayoría de chicos envidiables. Comencé a bailar, no de cualquier forma, si no provocativa. Sin darme cuenta en pocos segundos ya tenía un corro de chicos a mí alrededor. Notaba como las miradas de los chicos se clavaban en mi cuello, y partes varias de mi cuerpo. Decidí que bailar sola no era una buena forma de que Niall se diera por aludido, así que agarré a uno por el cuello, un chico alto, rubio, con los ojos claros.
Aquello empezaba a coger ambiente. Los altavoces hacían sonar canciones realmente buenas, y la música sonaba cada vez más alta. El suelo estaba pegajoso y mojado, debido a los vasos de bebida derramados por el suelo. La gente se acumulaba en el centro, pero a la vez nos rodeaban a aquel chico y a mí. Niall no se percataba de aquello hasta que Harry se acercó a hablar con él. Echó un vistazo y puso cara de mala leche. Le sonreí cínicamente.
El calor entre los cuerpos de aquel chico y yo se iba aumentando. Los movimientos iban al ritmo de la música y provocaban a los más de cien chicos de la sala. Niall se separó de la chica y se acercó con Harry al centro de la pista. Se le notaba en la expresión de la cara que eso le molestaba, aunque no sabía porque. Yo seguía a mi rollo, intentando poner más y más celoso a Niall, si él jugaba, yo también. Yo seguía agarrada al cuello del chico y le guiñé un ojo. Poco a poco nuestras bocas se acercaban más y más. Yo no tenía intención de hacerlo, pero el comportamiento de Niall me llevó a eso, bueno, más bien mi orgullo me llevó a eso, y si tenía que hacerlo lo haría. Cuando Niall gritó y apartó al chico de mí con un empujón.
- ¡Leah ya está!- Dijo cogiéndome de la muñeca y arrastrándome a un lugar más apartado.
- ¡¿Se pude saber qué te pasa?!- Pregunté apartándolo bruscamente.
- ¿A mí? ¿Qué te pasa a ti? Leah, estás borracha, déjame que te lleve a casa.- Dijo apoyando una de sus manos en mi hombro, cosa que hizo que me apartara bruscamente.
- No estoy borracha,- Bueno, quizás lo estaba un poco…- ¿Y que más te da a ti lo que haga o deje de hacer? Si me conoces desde hace menos de una semana.
- Eres peor que tu hermano.- Al oír eso me giré exasperada, odiaba que me comparara con él todo el tiempo, y me entraron ganas de volver a la pista con aquel chico, pero Niall me cogió del brazo y me lo impidió.- ¿Te has puesto celosa? ¿Ha sido por eso?- Preguntó con una media sonrisa. Noté como la sangre de todo mi cuerpo se acumuló en mis mejillas, y recé para que no se notara con las luces de la discoteca. Volví a intentar marcharme, pero Niall se inclinó hacia mí, sus brazos a ambos lados de mi cabeza, acorralándome, y su rostro a milímetros del mío.
-Niall, por favor déjame en paz.- Le supliqué, pero entonces me vino a la cabeza la última pregunta que me había hecho.- Por cierto…- Dije apoyando mis manos en su pecho y apartándolo de mí.- ¿No será que el que se ha puesto celoso eres tú?- Dije mordiéndome el labio inferior y mirándole a los ojos. Suspiró, pero en su rostro pude percibir el mismo rastro de enfado que cuando me vio con aquel chico.
- Déjame que te lleve a casa… - me murmuró mientras me colocaba el pelo detrás de la oreja. Noté sus manos en mi faz y me dio un escalofrío. Negué con la cabeza y le sonreí cogiéndole de la mano.
- Ven conmigo… - me murmuró cogiéndome de la mano. Ella iba por delante, esquivando a la multitud de gente que se hallaba en la fiesta mientras se reía. Picó a la puerta del baño, no contestó nadie y Leah me regaló una sonrisa. Entró de mi mano, todavía no me soltaba. Al entrar en el baño, los oídos se me despejaron, la música sonaba de fondo y no se escuchaba tan fuerte como en la fiesta.
- ¿Te he dicho alguna vez que te quedan muy bien las camisas?- Dijo sonriendo y comenzándome a besar por el cuello, poco a poco… Mi cerebro sabía de sobras que eso no podía ser, que ella estaba borracha, y que de alguna forma me estaba aprovechando de la situación, pero en vez de eso mi cuerpo me pedía que me dejara llevar. Cerré los ojos y disfruté de aquel momento junto a ella. Buscó mis labios y nos besamos. Más y más besos que nos unían. Un beso pasional, intenso… Sensual. Deslizó sus manos sobre mi camisa, desabrochándola lentamente. Aunque aquello no quería que terminase, debía hacerlo. Jadeante le contesté que no podía y ella se separó de mí. Y me miró fijamente a los ojos.- ¿Porque?- Preguntó confundida. Suspiré, ni siquiera yo sabía la respuesta, ya que me moría de ganas de continuar.
- No lo sé... Estás borracha, y seguramente si no lo estuvieras no lo hubieses hecho.
- Estar borracha solo es la excusa que he utilizado porque nunca me hubiera atrevido a hacerlo si no.- Dijo apartándose más de mí y volviéndome a besar, y haciendo que me volviera a perder en sus labios. Salió del baño, me abroché de nuevo la camisa. Ella se colocó bien la falda y el pelo, pero le quedaba genial así. Sonreí.
- ¿Ahora me dejas que te lleve a casa o vas a tontear con más tíos de la discoteca?- Le dije cogiéndola de la cintura, y se empezó a reír.
Fuimos a buscar a Liz, Emma y Harry y llamamos a un taxi para que nos viniera a buscar. Salimos por la puerta de atrás, pero aun así habían paparazis esperando una nueva exclusiva. Dejamos a Harry en su casa, ya que pillaba de camino, y acompañé a las demás a casa de Josh. Leah no llevaba llaves, pero por suerte sabía dónde las escondía Josh. Me costó un buen rato convencerlas, sobre todo a Leah de que no hicieran ruido, ya que lo que menos me apetecía en esos momentos era que Josh se despertara, mirarle a la cara, y decirle que me había enrollado con su hermana pequeña. Aunque quizás estaba haciendo una bola de todo eso.
Abrí la puerta del apartamento con cuidado, y Emma y Liz subieron al piso de arriba. Mientras que Leah… Leah se tiró en plancha en el sofá y dejó caer los tacones al suelo, cosa que retumbó por toda la casa. Menos mal que Josh tiene un sueño profundo, pensé.
Se acercó a donde estaba y cerró la puerta. Después me rodeo con los brazos por el cuello y me besó en la comisura del labio.- Leah…- Dije intentando que parara, pero ella posó su dedo índice sobre mis labios y me mandó callar. Se quedó mirándome fijamente los labios por unos segundos y se separó de mí. Me cogió de la muñeca y me llevó hacia la cocina, como si de un títere se tratase. Sacó un par de trozos de pizza de la nevera y los metió en el microondas. Mientras se calentaban se sentó en la encimera y se recogió el pelo en un moño despeinado.
- Me tengo que ir.- Dije justo cuando pitó el microondas, y ella me llevó hasta el sofá. Al final me quedé a comerme el trozo de pizza. Me giré y vi a Leah tumbada en el sofá completamente dormida. Por fin se había dado por vencida, pesé sonriendo en mi fuero interno. Fui a por una manta y me acerqué para taparla.
- ¿Te vas ya?- Preguntó abriendo los ojos e incorporándose.
-Shhhhhh…- Dije volviéndola a tapar y girándome para marcharme. Pero ella me rodeo por el cuello y me lo impidió. Suspiré.
- ¿Te puedes quedar a dormir?
Entré en el coche y Harry le dio al taxista una dirección.
- ¿Adonde vamos?- Le pregunté.
- A una discoteca nueva, he hablado con Andy y con algunos más que también estarán.
Bajamos del coche. Como era la inauguración estaba lleno de gente y de paparazis cargados con cámaras. Genial, pensé irónicamente por unos segundos. En seguida nos pasaron a la zona VIP, al menos allí podríamos divertirnos, y seguro que hoy habría mucha gente. Al cabo de un rato vi a Andy sentado en uno de los sofás con una chica. Me acerqué a saludarlo mientras Harry fue en busca de unos amigos suyos.
Nada más acercarme supe que era ella, Leah, quiero decir. Andy la rodeaba con el brazo por los hombros y le estaba diciendo cosas al oído mientras ella se reía. Al verme, se levantó y me saludó. Leah me miró sonriendo, y él me la presentó, aunque yo supiera de sobras quien era.
- ¿No tienes suficiente con verme en tu casa que ahora me persigues hasta aquí?- Le dije sonriendo.
- ¿No te cansas de ser tan gracioso?- Preguntó irónica.- Oye, no habrá venido Josh ¿no?- Me dijo preocupada. Negué con la cabeza. Andy nos miró atónito a los dos sin entender nada.
- ¿De qué os conocéis?- Le miré y apoyé la mano en su hombro.
- Es la hermana pequeña de Josh, ¿no lo sabías?- Dije riéndome, sabía que le acababa de estropear los planes para esa noche.
Dejé a Niall y a Andy hablando y me fui a buscar a Liz y Emma. No habían más discotecas en la ciudad que tuvimos que ir a parar a la misma en la que estaban los amigos de mi hermano. En ese momento alguien me cogió del brazo y me comenzó a arrastrar por toda la sala hasta conducirme al baño de chicas. Liz se paró frente al espejo y se me quedó mirando.
- Leah, ya me estás explicando cómo es que conoces a Andy Samuels y a Niall Horan.- Dijo tajante, justo cuando entró Emma y se nos quedó mirando. Le conté toda la historia, aunque para mí no tenía la más mínima importancia. A Andy le acababa de conocer en la discoteca, de hecho fue el quien nos invitó a la zona VIP, y Niall era un simple amigo de mi hermano. Al acabar de contárselo me cogió de las manos y comenzó a dar saltitos de alegría a mi alrededor acompañados de pequeños grititos. Miré a Emma atónita, y esta solo me dijo que era normal en ella cuando le hablabas de One Direction. La verdad, sabía que eran famosos, o por lo menos eso me dijo Niall, pero nunca me hubiera esperado esa reacción, y mucho menos de Liz, que nos cogió de nuevo a Emma y a mí y nos condujo afuera.
- ¿Adónde vas?- Le preguntó Emma tirando para la dirección opuesta.
- A que Leah me los presente, ¿tú que crees?
Al final no tuve más remedio que presentárselos, y estuvimos sentados hablando y bromeando mientras bebíamos. Al cabo de un rato Andy se fue a hablar con unos amigos y no le volví a ver en toda la noche.
- ¿Qué le pasa?- Me preguntó Liz mirando hacia donde se había ido Andy. Miré a Niall y este se comenzó a reír.
- Que el señorito le ha contado mi oscuro secreto, y le ha dicho que soy hermana de Josh.- Suspiré.
En ese momento se acercaron un par de chicas hacia nosotros y les preguntaron a Niall si se podían hacer fotos con él. Una de ellas se sentó literalmente encima de Niall y comenzó a decirle cosas al oído mientras se reían.
No me apetecía ver esa escena, así que me levanté y fui a la barra a por bebida, donde estaban Emma y Harry, que nada más verme se alejó de él, que se quedó mirándola con cara de idiota, y se acercó a mí. Cuando volví Niall estaba bailando con la chica y unos cuantos amigos suyos. Me vio y me dibujó una sonrisa que no le devolví. Sonaba una canción de McFly ft. Taio Cruz, “Shine a light”. Llegaba la parte del estribillo y decidí darlo todo cantando la canción junto a Emma y Liz, que se había acercado para unirse a nosotras. El tema cambió y pasó a ser uno de David Guetta, de aquellas que todo el mundo ha escuchada más de cinco veces y que te animan a bailar, saltar y pegar botes en el suelo, cosa que hace que la bebida te suba a la cabeza más rápidamente, pero me sentía bien, aunque agotada.
Cuando paramos de bailar Liz me señaló con la cabeza al sitio donde estaba Niall, que estaba demasiado “ocupado” con aquella tipa.
No sé por qué lo hice, pero cogí a Liz del brazo y me dirigí con ella al medio de la pista, donde se concentraban la mayoría de chicos envidiables. Comencé a bailar, no de cualquier forma, si no provocativa. Sin darme cuenta en pocos segundos ya tenía un corro de chicos a mí alrededor. Notaba como las miradas de los chicos se clavaban en mi cuello, y partes varias de mi cuerpo. Decidí que bailar sola no era una buena forma de que Niall se diera por aludido, así que agarré a uno por el cuello, un chico alto, rubio, con los ojos claros.
Aquello empezaba a coger ambiente. Los altavoces hacían sonar canciones realmente buenas, y la música sonaba cada vez más alta. El suelo estaba pegajoso y mojado, debido a los vasos de bebida derramados por el suelo. La gente se acumulaba en el centro, pero a la vez nos rodeaban a aquel chico y a mí. Niall no se percataba de aquello hasta que Harry se acercó a hablar con él. Echó un vistazo y puso cara de mala leche. Le sonreí cínicamente.
El calor entre los cuerpos de aquel chico y yo se iba aumentando. Los movimientos iban al ritmo de la música y provocaban a los más de cien chicos de la sala. Niall se separó de la chica y se acercó con Harry al centro de la pista. Se le notaba en la expresión de la cara que eso le molestaba, aunque no sabía porque. Yo seguía a mi rollo, intentando poner más y más celoso a Niall, si él jugaba, yo también. Yo seguía agarrada al cuello del chico y le guiñé un ojo. Poco a poco nuestras bocas se acercaban más y más. Yo no tenía intención de hacerlo, pero el comportamiento de Niall me llevó a eso, bueno, más bien mi orgullo me llevó a eso, y si tenía que hacerlo lo haría. Cuando Niall gritó y apartó al chico de mí con un empujón.
- ¡Leah ya está!- Dijo cogiéndome de la muñeca y arrastrándome a un lugar más apartado.
- ¡¿Se pude saber qué te pasa?!- Pregunté apartándolo bruscamente.
- ¿A mí? ¿Qué te pasa a ti? Leah, estás borracha, déjame que te lleve a casa.- Dijo apoyando una de sus manos en mi hombro, cosa que hizo que me apartara bruscamente.
- No estoy borracha,- Bueno, quizás lo estaba un poco…- ¿Y que más te da a ti lo que haga o deje de hacer? Si me conoces desde hace menos de una semana.
- Eres peor que tu hermano.- Al oír eso me giré exasperada, odiaba que me comparara con él todo el tiempo, y me entraron ganas de volver a la pista con aquel chico, pero Niall me cogió del brazo y me lo impidió.- ¿Te has puesto celosa? ¿Ha sido por eso?- Preguntó con una media sonrisa. Noté como la sangre de todo mi cuerpo se acumuló en mis mejillas, y recé para que no se notara con las luces de la discoteca. Volví a intentar marcharme, pero Niall se inclinó hacia mí, sus brazos a ambos lados de mi cabeza, acorralándome, y su rostro a milímetros del mío.
-Niall, por favor déjame en paz.- Le supliqué, pero entonces me vino a la cabeza la última pregunta que me había hecho.- Por cierto…- Dije apoyando mis manos en su pecho y apartándolo de mí.- ¿No será que el que se ha puesto celoso eres tú?- Dije mordiéndome el labio inferior y mirándole a los ojos. Suspiró, pero en su rostro pude percibir el mismo rastro de enfado que cuando me vio con aquel chico.
- Déjame que te lleve a casa… - me murmuró mientras me colocaba el pelo detrás de la oreja. Noté sus manos en mi faz y me dio un escalofrío. Negué con la cabeza y le sonreí cogiéndole de la mano.
- Ven conmigo… - me murmuró cogiéndome de la mano. Ella iba por delante, esquivando a la multitud de gente que se hallaba en la fiesta mientras se reía. Picó a la puerta del baño, no contestó nadie y Leah me regaló una sonrisa. Entró de mi mano, todavía no me soltaba. Al entrar en el baño, los oídos se me despejaron, la música sonaba de fondo y no se escuchaba tan fuerte como en la fiesta.
- ¿Te he dicho alguna vez que te quedan muy bien las camisas?- Dijo sonriendo y comenzándome a besar por el cuello, poco a poco… Mi cerebro sabía de sobras que eso no podía ser, que ella estaba borracha, y que de alguna forma me estaba aprovechando de la situación, pero en vez de eso mi cuerpo me pedía que me dejara llevar. Cerré los ojos y disfruté de aquel momento junto a ella. Buscó mis labios y nos besamos. Más y más besos que nos unían. Un beso pasional, intenso… Sensual. Deslizó sus manos sobre mi camisa, desabrochándola lentamente. Aunque aquello no quería que terminase, debía hacerlo. Jadeante le contesté que no podía y ella se separó de mí. Y me miró fijamente a los ojos.- ¿Porque?- Preguntó confundida. Suspiré, ni siquiera yo sabía la respuesta, ya que me moría de ganas de continuar.
- No lo sé... Estás borracha, y seguramente si no lo estuvieras no lo hubieses hecho.
- Estar borracha solo es la excusa que he utilizado porque nunca me hubiera atrevido a hacerlo si no.- Dijo apartándose más de mí y volviéndome a besar, y haciendo que me volviera a perder en sus labios. Salió del baño, me abroché de nuevo la camisa. Ella se colocó bien la falda y el pelo, pero le quedaba genial así. Sonreí.
- ¿Ahora me dejas que te lleve a casa o vas a tontear con más tíos de la discoteca?- Le dije cogiéndola de la cintura, y se empezó a reír.
Fuimos a buscar a Liz, Emma y Harry y llamamos a un taxi para que nos viniera a buscar. Salimos por la puerta de atrás, pero aun así habían paparazis esperando una nueva exclusiva. Dejamos a Harry en su casa, ya que pillaba de camino, y acompañé a las demás a casa de Josh. Leah no llevaba llaves, pero por suerte sabía dónde las escondía Josh. Me costó un buen rato convencerlas, sobre todo a Leah de que no hicieran ruido, ya que lo que menos me apetecía en esos momentos era que Josh se despertara, mirarle a la cara, y decirle que me había enrollado con su hermana pequeña. Aunque quizás estaba haciendo una bola de todo eso.
Abrí la puerta del apartamento con cuidado, y Emma y Liz subieron al piso de arriba. Mientras que Leah… Leah se tiró en plancha en el sofá y dejó caer los tacones al suelo, cosa que retumbó por toda la casa. Menos mal que Josh tiene un sueño profundo, pensé.
Se acercó a donde estaba y cerró la puerta. Después me rodeo con los brazos por el cuello y me besó en la comisura del labio.- Leah…- Dije intentando que parara, pero ella posó su dedo índice sobre mis labios y me mandó callar. Se quedó mirándome fijamente los labios por unos segundos y se separó de mí. Me cogió de la muñeca y me llevó hacia la cocina, como si de un títere se tratase. Sacó un par de trozos de pizza de la nevera y los metió en el microondas. Mientras se calentaban se sentó en la encimera y se recogió el pelo en un moño despeinado.
- Me tengo que ir.- Dije justo cuando pitó el microondas, y ella me llevó hasta el sofá. Al final me quedé a comerme el trozo de pizza. Me giré y vi a Leah tumbada en el sofá completamente dormida. Por fin se había dado por vencida, pesé sonriendo en mi fuero interno. Fui a por una manta y me acerqué para taparla.
- ¿Te vas ya?- Preguntó abriendo los ojos e incorporándose.
-Shhhhhh…- Dije volviéndola a tapar y girándome para marcharme. Pero ella me rodeo por el cuello y me lo impidió. Suspiré.
- ¿Te puedes quedar a dormir?
sube pronto!
ResponderEliminarquiero saber mas se queda a dormir o no, huy me muero de la angustia
ResponderEliminarme olvidaba 10 días no me parece mucho hay personas que tardan 20 o un mes
EliminarChan, Chan, Chan... Ahora lo sabrás!! Jajajaja
EliminarSe que no es mucho, pero a mi me gustaría subir cada dos o tres días, o como mucho cada semana, lo que pasa es que no tengo tiempo suficiente y últimamente estoy falta de inspiración.
Bueno, y gracias por comentar, espero que te guste el próximo capítulo, que por cierto desvela lo que pasó.
Te doy mi más sincera enhorabuena!! A medida que iba leyendo los capítulos pensaba: "esta chica tiene mucho talento" Con decirte que tu historia me inspira, creo que me quedo corta. No se te ocurra dejar de escribir!! Un beso muy muy grande :)
ResponderEliminarJo, con comentarios así si que me inspiráis. Cosas así son las que me animan a seguir escribiendo, muchas gracias.
EliminarMuchas de nadas preciosa, que te mereces comentarios como el mío y mejores :)
EliminarQue nice que nice que nice
ResponderEliminarHahaha me encanto tu novelaaaa soy una nueva lectora y quiero que subas yaaa! Feliz navidad c: