lunes, 21 de enero de 2013

9. If I'm louder, would you see me.

¡HOLA! Vale, LO SIENTO mucho por haber estado tanto tiempo sin subir, últimamente no tengo tiempo ni para dormir, así que no puedo escribir. Pero como hoy estoy muy feliz porque el sábado conocí a Mikel Iglesias y a Carlos Cuevas <3, así que espero que os guste tanto como a mi, ya que me costó un montón escribir el capítulo, pero lo que más me gusta es el final con diferencia.Ah, y os propongo una cosa, si llegamos a los diez comentarios en una semana, la próxima vez subo dos o tres capítulos depende de como esté de inspiración. Y lo dicho, os dejo ya para que lo leáis y me digáis lo que os parece (No me odiéis por no haber subido antes). Y si aun no os habéis pasado que sepáis que tengo otro novela y que espero que también os guste aunque no sea de los chicos. www.mirameydimequenomequieres.blogspot.com
Love You All <3 

9. If I'm louder would you see me.


El sonido del timbre hizo que me despertara de golpe. Me incorporé y restregué mis ojos con las manos para que mi vista se acostumbrara a la luz del sol que entraba de pleno por el ventanal de mi apartamento e iluminaba toda la estancia.Volvieron a picar al timbre y me levanté intentando mantener el equilibrio.
- ¿Niall?- Dijo una voz masculina cuando descolgué el telefonillo.
- ¿Quién es?- Contesté bostezando y aclarándome la voz.
- Soy Greg ábreme.
Suspiré y volví al salón. Fue entonces cuando me di cuenta de que Leah seguía durmiendo en mi sofá.
- Buenos días.- Dijo mi hermano entrando por la puerta con dos bolsas en sus manos y entrando en la cocina.
Cuando entré, Greg estaba sacando un par de platos de un armario.
- No te preocupes, tu como si estuvieras en tu casa ¿eh?- Dije sarcásticamente sentándome en un taburete.
- ¿Quieres desayunar o no?-Contestó sacando una caja de la bolsa. La verdad era que no tenía nada de hambre, debía de estar poniéndome enfermo, pensé, ya que el día anterior apenas había comido más que un hotdog, cosa que era rara en mí. Pero aun así saqué una de las rosquillas de la caja y me la llevé a la boca sin ganas.
- ¿Qué hiciste ayer?- Preguntó con la boca llena.
- Nada, quedé con Leah para dar una vuelta.- Le dije quitándole importancia.
- ¿Hay algo que deba saber?- Dijo con una sonrisa. Le miré sin entender la pregunta.- Oh, vamos Niall, no medirás que no te gusta.


Unos ruidos provenientes de no sé dónde me despertaron. Abrí los ojos e intenté incorporarme, al principio me asusté al no reconocer donde estaba, pero recordé que me había quedado dormida en casa de Niall. ¿Pero él donde estaba?
Me dirigí al origen de los ruidos.La puerta de la cocina estaba entreabierta.
- ¿Leah? ¿A mí? ¿Cómo me va a gustar?- Escuché la voz de Niall sorprendido.- Es solo una amiga, bueno, ni siquiera creo que lo sea, casi no la conozco.- Al oír esto no pude evitar molestarme.
- Pues el otro día por la noche no me pareció lo mismo.- Dijo otra voz que me resultaba familiar pero que no pude reconocer.
- Solo estábamos hablando.-Intentó convencerle.
- Claro, y como había mucho ruido allí fuera le hablabas al oído ¿no?- Rió  Fue cuando decidí entrar para que la conversación no fuera a más.
- Buenos días.- Dije entrando por la puerta sonriente. Greg estaba de frente y nada más verme sonrió, Niall en cambio, al escuchar mi voz se atragantó con algo que estaba comiendo y se giró a mirarme.
Me senté y Niall me acercó la caja de rosquillas. Cogí una de color azul cubierta de coco rallado, con dos ojos de chocolate que intentaban simular al monstruo de las galletas.
-Muchas gracias, amigo.- Le dije con una sonrisa irónica, cosa que provocó que se atragantara y que Greg riera.
- ¿Y qué vas a hacer estas navidades?- Preguntó este último intentando destensar la situación, ya que Niall se había puesto completamente colorado.
- Iremos a casa de mis abuelos en Irlanda, como todos los años, y hoy tenía pensado ir a comprar los regalos,porque mañana nos vamos.- Dije bebiendo un sorbo de café.
- ¿Eres irlandesa?- Dijo Greg sonriendo.Negué con la cabeza.
- Cuando se jubilaron mis abuelos se fueron a vivir allí, aunque se pasan todo el año viajando de un lado para otro.
Cuando terminamos de desayunar fui al cuarto de baño y cogí la ropa del día anterior que ya estaba seca, aunque Niall me dejó una sudadera suya por si habían hecho fotos el día anterior, para que no pareciera que había dormido allí. Genial, pensé irónicamente, me encantaba salir con Niall y pasar el rato con él, pero no me gustaba pensar que tenía a millones de personas mirando cual sería mi próximo paso, y criticando todo lo que hiciera por el simple hecho de ser su amiga.
Greg nos dejó en un centro comercial de las afueras de la ciudad y se marchó porque había quedado en visitar a unos amigos. Quise ir sola para poder terminar antes, pero a Niall también le faltaban unas compras por hacer,así que me acompañó.
Para ser vísperas de navidad apenas había gente allí. Era increíblemente grande y estaba lleno de cristaleras, por lo que se podía ver el exterior. Por suerte sabía lo que quería comprar y fuimos directos a las tiendas. La primera a la que entramos fue Abercrombie, donde cogí una sudadera para Ben, siempre le cogía algo de ropa, y él a mí un CD de música.
Íbamos paseando mientras hacíamos el tonto y mirábamos escaparates. Más de una persona se nos quedaba mirando. Bueno, principalmente a Niall, aunque a él no le importaba lo más mínimo, supongo que estaría acostumbrado, y no dejaba de hacerme reír.
A mi madre le compré un libro de Paolo Coelho, uno de sus escritores favoritos, y a mi padre un best seller que encontré en medio de la librería, pero que seguramente no le gustaría. Nunca sabía que regalarle, recuerdo que cuando era pequeña le sacaba los calcetines de su cajón y los envolvía en papel de regalo para colocarlos bajo el árbol, y él fingía sorprenderse.
Al mediodía ya habíamos terminado de comprar casi todo. Por último entramos en una tienda de discos en busca de un CD para Josh. Comencé a buscar por los estantes cuando uno llamó mi atención. Lo coloqué para escucharlo y me puse unos auriculares.
- ¿Ahora eres fan nuestra?- Dijo Niall acercándose por detrás y pulsando la pista cuatro.- Escucha esta.- Presté atención y la música comenzó a sonar. Era la primera vez que les escuchaba.-¿Te gusta?- Dijo cuando terminó la canción. Le miré sonriendo y me saqué los cascos.
- Me lo voy a comprar.- Contesté quitándoselo de la mano y dirigiéndome al mostrador con una sonrisa. Niall vino tras de mí y se interpuso entre el mostrador y yo.
- Te lo regalo.
-¿Qué? No.- Intenté sacarlo de delante para poder pagar, pero no conseguí moverlo ni un centímetro mientras él se reía de mis intentos fallidos.
- Leah, va, déjame que te lo regale.- Me cogió de los brazos riendo y le dio el dinero al dependiente sin que me diera tiempo a decir nada más.
Cuando salimos de la tienda Niall llevaba una sonrisa triunfal en su rostro. Me cogió las bolsas de las manos y me rodeó con el brazo por los hombros.
- Eres una enfadona.- Me dijo al oído mientras reía. Le rodeé por la cintura y levanté la vista sonriendo, y me quedé mirándolo, perdiéndome por completo en su mirada, en aquel azul intenso de sus ojos que tanto envidiaba.
-Y a ti te encanta hacerme enfadar.- Solté por fin.
- Y a ti te encanta que lo haga.- Le volví a mirar y fruncí el ceño poniendo los ojos en blanco. A eso era precisamente a lo que me refería. Me aparté de él y seguí caminado hacia la puerta, mientras él volvía a reír. ¿Qué era lo que le hacía tanta gracia?- Leah, que era broma.- Dijo viniendo tras de mí y rodeándome ahora por la cintura.
Al salir a la calle había comenzado a nevar, así que llamamos a un taxi que nos llevó hacia un parque cercano a mi casa. De nuevo Niall no me dejó coger las bolsas.


Cada vez hacía más frío, y conforme avanzábamos por la calle la capa de nieve bajo nuestros pies aumentaba considerablemente. De pronto noté un flash. Y otro. Y otro. Vi a cinco paparazzi en nuestra misma calle. Miré a Leah y noté la cara de asustada que llevaba. La cogí de la cintura y le di un beso en la mejilla sonriéndole para que no se preocupara. Aunque en realidad, yo era el que más lo estaba. No quería convertir a Leah en alguien famoso. No la dejarían vivir tranquila. Era la chica más especial para mí,aunque me costara reconocerlo, en poco tiempo se había convertido en alguien imprescindible en mi vida. Ella no buscaba ese mundo, ella ya tenía el suyo. Por fin llegamos a la puerta del edificio y la cerré tras de nosotros. Entramos corriendo evitando a los periodistas, nos esperaba una buena tarde en casa hasta que los paparazis se marcharan de allí. Lo mejor en esos momentos era dejar enfriar la situación.
Cerré la puerta, di un suspiro y recaí detrás de ésta. Dejamos las bolsas. Leah no paraba de mirar por la ventana. Seguían allí.Eran cómo buitres en busca de carne fresca.


Me senté en el sofá, necesitaba relajarme un rato. Niall encendió la tele y se sentó a mi lado.
Aproveché para intentar cambiar de posición y acercarme más. No se apartó, es más, me buscó el también.Ya no había espacio que nos separase.
Nos pusimos a ver una peli. Niall se sentó en el sofá y estiré mis piernas encima de él,mientras, el me las acariciaba. No me quejé, a decir verdad, me encantaba. Me miraba fijamente. Le respondí con una sonrisa. Me abrazó y me acurruqué ahí, en sus brazos que me parecieron increíblemente cómodos y reconfortantes, aún más que el sofá. Le abracé,necesitaba tenerlo aún más cerca. Pasamos allí toda la tarde, en el sofá estirados,viendo películas, charlando, riendo… Era increíble lo rápido que pasaba el tiempo cerca de Niall. Sin darnos cuenta se nos habían pasado las horas cómo segundos. Cuando empezaron los anuncios de la película me levanté de aquel sofá, se me había quedado el culo dormido. Abrí el armario y saqué unas palomitas de microondas. Se hicieron en tres minutos exactos. Niall se despertó por el olor. Cogí unas Coca-Colas de la nevera y me senté en el sofá de nuevo. Se levantó un poco y le dio un sorbo a la suya. Al volver a la posición de antes, intenté abrazarle, pero sin querer pasé mi mano por su abdomen. Estaba increíblemente duro y moldeado.Avergonzada, volví rápidamente a la posición anterior.
El me miró divertido.
- Si quieres puedes dejarla mano ahí, amiga.- Dijo sonriendo como un niño pequeño.
No me lo pensé. Quería ver su reacción al ver que acepté su sugerencia. Le acaricié sus abdominales,admirando el trabajo que debía haber detrás de ellos. Me sonrió y yo empecé a reír. Fue un poco extraño. Se apoyó en mi cabeza dulcemente. Cuando empezó asonar el teléfono.
Me levanté a cogerlo sin ganas. Colgaron. Seguramente era Liz. Pasé de volver a llamar y aproveché para dejarlo descolgado, no quería más interrupciones como aquella.
Los anuncios de la película ya habían terminado. Me volví a sentar en el sofá, algo impaciente por volver a tenerlo cerca, me gustaba aquella sensación.
Me giré demasiado rápido, y él se quedó demasiado cerca de mí. Nos miramos frente a frente, con solo unos pocos centímetros de distancia. Pude sentir su dulce aliento en mi cara y su indecisión por dar el primer paso.
- ¡Hombre si está aquí mi hermana la desaparecida!-Dijo una voz proveniente de la puerta riendo. Los dos nos separamos y miramos a Josh, Ben y Zayn que acababan de entrar cargados de bolsas.
Niall se levantó del sofá y se pasó la mano por la cabeza acercándose a Zayn y cotilleado las bolsas que traían.
- ¿No traéis comida?- Se quejó cambiando de tema y mirando bolsa por bolsa.
- Niall, te acabas de comer un paquete entero de palomitas.- Reí, mientras les saludaba a todos, y les ayudaba a colocar las bolsas en la cocina.
Los cuatro se pusieron a hacer la cena mientras hablaban entre ellos, Josh no dejaba de mandarme indirectas, cuando quería podía llegar a ser un imbécil, y no sé por qué pero entre él y Zayn me terminaron excluyendo de la conversación por completo. Al final aburrida subí ami habitación y cerré la puerta. Registré el escritorio hasta encontrar mis viejos cascos y los conecté a mi pequeño reproductor de CD. Elegí un disco que le habían regalado por su cumpleaños a Josh. Era uno de sus grupos predilectos, aunque, para mi gusto,gritaban demasiado y abusaban un poco del bajo. Lo introduje en el reproductor y me tendí en la cama. Me puse los auriculares, pulsé el botón play y subí el volumen hasta que me dolieron los oídos. Cerré los ojos, pero la luz aun me molestaba, por lo que me puse la almohada encima del rostro. Me concentré con mucha atención en la música, intentando comprender las letras, desenredarlas entre el complicado golpeteo de la batería. Me sorprendió descubrir que después de todo, una vez conseguí superar el ruido atronador, el grupo me gustaba. Y funcionó. Los demoledores golpes me impedían pensar, que era el objetivo final del asunto, ya que estaba bastante mosqueada por todo lo que había pasado en la última hora. Escuché el CD una y otra vez hasta que canté todas las canciones de cabo a rabo cuando me cansé, cogí mi guitarra y salí al balcón de mi habitación. Allí habían unas estrechas escaleras de incendios que te llevaban aun pequeño terrado desde donde se veía toda la ciudad, y que estaba resguardado del frío y de la lluvia por los edificios que lo rodeaban. Lo descubrí una noche con Liz y Emma, y desde entonces se había convertido en mi refugio particular, donde podía encerrarme en mi propio mundo.
Me senté apoyada en una pared y comencé a afinar la guitarra, luego,con los ojos cerrados comencé a tocarla. Cogí mi cuaderno. En él escribía todo lo que se me pasaba por la cabeza, desde pequeños relatos, hasta canciones y comencé a ojearlo buscando una en concreto, cuando el viento comenzó a soplar y una de las hojas del cuaderno salió volando. Me levanté rápidamente, pero alguien ya la había recogido.
- ¿Qué haces aquí Niall?- Dije algo molesta mirándole.
- Me lo ha dicho Josh. ¿Estás bien?-Sonrió sentándose a mi lado. Le miré y dejé la guitarra en el suelo.- ¿Este es tu escondite?- Preguntó. Al no obtener respuesta suspiró y miró el papel que había cogido. Nerviosa estiré el brazo y se lo quité.- ¿Y esto?- Preguntó.
- No es nada… solo es una canción.
- ¿Me la enseñas?- Me pasé la mano por la cabeza y me quedé mirándole indecisa.- Vamos Leah, enséñamela, no tengas vergüenza.- Dijo acercándose a mí. Le pasé la hoja y se puso a leerla.
- Es buena, ¿la has escrito tú?- Preguntó mirándola. Yo me limité a asentir, nunca nadie había leído una de mis canciones,de hecho, nunca nadie había leído nada de lo que había escrito.- ¿Cómo es el ritmo?
- Eh…- Dije avergonzada. Él comenzó a ponerme pucheros y empezó a suplicar, a lo que no pude resistirme.- Bueno…-Suspiré comenzando a tocar la guitarra. Niall cogió la hoja y comenzó a cantar.Nunca antes la había oído en directo. La voz de Niall era realmente hermosa y arrolladora, y siempre producía esa piel de gallina en mí.
- ¿Por qué paras?- Dijo posando sus ojos en mi cuando dejé de tocar.
- No está acabada, aun no sé cómo continuarla.
- ¿Puedo?- Dijo señalando la partitura que tenía delante de él. Asentí y se la pasé. Después cogió mi guitarra y se puso a tocarla mientras cantaba. Me quedé parada mirando sus labios que se movían al compás de aquella hermosa voz.- ¿Qué te parece?- Dijo interrumpiendo mis pensamientos.
- Es… Es preciosa, pero Niall, yo no sé tocar así.
- Sí que sabes.- Me pasó la guitarra y se acercó por detrás rodeándome con sus brazos, y haciendo que un escalofrío recorriera mi espalda, posando sus manos sobre las mías y enseñándome a tocar aquellos acordes. Cuando terminó giré mi cara quedándome a pocos centímetros dela suya. Me miró fijamente a los ojos, provocando de nuevo ese cosquilleo que tanto me gustaba. Se acercó indeciso y presionó suavemente sus labios junto a los míos. Se separó un momento, mirándome a los ojos, sin decir una palabra,buscando mi aprobación. Las comisuras de mis labios formaron una pequeña sonrisa. Comencé a acariciar su rostro con una mano, dibujando el contorno del mismo con las yemas. Pasé un dedo gentilmente por sus labios, fijando mi mirada en ellos, y mirando el deseo aun impreso en sus ojos.
- Vuelve aquí.- Me susurró volviéndome a besar dulcemente. Nuestros labios se movían con lentitud, su lengua jugueteando con la mía. Sentí que mi corazón estallaría de felicidad, aun estando consciente de que luego me arrepentiría, quería ser capaz de congelar ese momento para siempre. Cada vez más lento, nuestros labios jugaban, mi lengua acariciaba su paladar. Fue un beso largo, muy largo. El beso más bonito de mi vida. Me aparté yo primero, para seguirle dando besos, pero esta vez con más ternura. Besos cortos.

lunes, 7 de enero de 2013

7. Hangover. | 8. Guide of a new life.

Hola! ¿Que tal los reyes? Los míos me han encantado, mi mejor amigo me ha regalado TMH, y soy feliz! :D ¿Y los vuestros?Bueno, hoy no estoy muy inspirda, y ni os imagináis lo que me ha costado escribir estos capítulos. Si, "estos", yo también he querido haceros un regalo, y por eso hoy subo doble! Además son más largos que normalmente, así que espero que os gusten y que comentéis molto.Kisses <3 PD: No sabéis lo feliz que me hizo ver que os gustó el tráiler, si tengo tiempo intentaré ir haciendo más vídeos para algún que otro capítulo.

7. Hangover.

TRESMESES DESPUÉS, DICIEMBRE.
La luz que se colaba por las pequeñas rendijas de la persiana chocaba contra mis ojos, pestañeé un par de veces frotándome los párpados y así poder desperezar mi sueño. Miré mi móvil, eran las diez, tenía dos llamadas perdidas, pero no me molesté en mirar de quien eran.
La noche anterior nos habíamos acostado bastante tarde ya que fuimos a una fiesta a casa de unos amigos para celebrar que habíamos superado el primer trimestre en la academia sin morir en el intento.
Me levanté de la cama, y fui directa a la ducha, dejé el pijama en el cesto de la ropa sucia y me metí bajo el agua. Me vestí (Click aquí) y fui a despertar a Liz sin éxito.
Liz se había mudado a la habitación de Josh para hacerme compañía ya que él llevaba tres meses fuera de casa con los chicos. Para mi madre fue un alivio el hecho de que no estuviera sola en una ciudad como Londres, y al padre de Liz no le importó demasiado ya que él estaba la mayor parte del tiempo viajando por negocios y apenas pasaba tiempo en casa.Después bajé a una pequeña cafetería que habían abierto una calle más abajo,había cogido por costumbre ir a desayunar allí, ya que lo que más odiaba en el mundo era tener que cocinar, y más si estaba con resaca o si iba con prisas.
Abrí la puerta de cristal del establecimiento y sonó una pequeña campanilla que colgaba de lo alto de la puerta. Miré a la barra y Duncan me dedicó una sonrisa como todos los días. En el fondo era una de las razones por las que iba allí a desayunar. Iba con Liz y conmigo a clase, y en poco tiempo se había convertido en alguien casi imprescindible en mi vida.
Arrastré los pies hasta uno de los taburetes cercanos a la barra y me dejé caer sin ánimo apoyando la cabeza entre los brazos y cerrando los ojos. Esta era la peor parte de salir de fiesta.
-Buenos días bella durmiente.- Dijo poniéndome una taza rebosante de café delante y sentándose al otro lado de la barra.
-¿Qué hora es?- Pregunté con la voz ronca. Era la primera vez que hablaba en todo el día. Se rió al escucharme.
- Las dos y media.- Suspiré.
-¿Cómo puedes estar como si nada?- Dije mirándolo.
- ¿Te cuento un secreto?- Dijo sonriendo y acercándose a mi oído.- Aun estoy borracho. Ni siquiera he pasado por casa.- Rió - Después tendré que ir a casa de David a ayudarle a recoger. Me ayudarás ¿no?- Preguntó poniendo pucheros.Asentí, justo cuando la campanilla de la puerta volvió a sonar y Liz entró por la puerta.
Estuvimos en la cafetería hasta que el turno de Duncan terminó, y después fuimos en coche hasta casa de David, que aún seguía durmiendo. Estaba todo hecho un desastre,estuvimos toda la tarde recogiendo, y cuando terminamos decidimos ir a un pub para recompensarnos. Vale, éramos un desastre, no sé cómo habíamos sobrevivido Liz y yo tres meses sanas y salvas.
Como quedaban pocos días para navidad y ya eran vacaciones aquello estaba lleno de gente. Nos sentamos en una mesa un poco alejada y pedimos cerveza para los cuatro cuando mi móvil comenzó a sonar. Descolgué riéndome sin apenas mirar quien era, ya que David no paraba de gastarle bromas a Liz.
-¿Si?- Dije poniéndome un dedo en el oído contrario para poder oír mejor, aunque sin mucho resultado ya que parecía que el barullo cada vez aumentaba más y más.- ¿Papa?- Añadí alzando más la voz. En ese momento David me quitó el teléfono. Mierda. La acababa de cagar, supuestamente estaba ensayando para los exámenes de después de vacaciones con Liz, y por supuesto mi padre no tenía ni idea de que yo salía de fiesta, y mucho menos con chicos, y eso que tenía diecisiete años. Intenté echar a correr detrás de David, pero Duncan me cogió y no pude hacerlo. Al ver lo que hicieron, Liz se levantó del sillón en el que estábamos sentadas y dejó el vaso de cerveza bruscamente encima de la mesa. Pero Duncan también la alcanzó y le comenzó a hacer cosquillas. Al final conseguí escaparme y comencé a correr detrás de David que se hacía pasar por mí mientras hablaba por el móvil, y Liz echó a correr detrás de mí para ayudarme en aquella batalla campal. Mientras David intentaba que no le cogiéramos, le tiraba el móvil a Duncan, y después a la inversa, parecíamos unos locos en medio de aquel tugurio lleno de gente.
Al final me puse seria. Duncan me soltó al ver mi cara de mala leche. Fui hacia David con pies de plomo y le arranqué el teléfono de la oreja.
-¿Si?- Dije cogiendo aire y apartándome de ellos.
-¿Leah? ¿Qué era todo ese jaleo?- Dijo riéndose. Suspiré con alivio al reconocer aquella voz y darme cuenta de que no era mi padre precisamente.
- ¡Josh!No, no te preocupes, es que tengo unos idiotas por amigos- Dije lo suficientemente alto como para que me pudieran oír, cosa que hizo que comenzaran a reír sonoramente- ¿Pasa algo?- Me extrañó que me llamara, ya que nos veríamos en menos de una semana en casa de mi abuela.
- ¿Dónde estás?- Dijo riéndose.- Te has olvidado ¿Verdad?
- ¿Olvidarme de que?- Dije alarmada, se me había pasado por completo. Josh comenzó a reírse al otro lado de la línea.
- Leah,llevo un mes diciéndote que volvíamos hoy.- Si, se me había olvidado, pero tenía excusa, ya que este último mes había estado demasiado preocupada por los exámenes.- Bueno, no te preocupes, mamá y papá aún no han llegado, así que más te vale darte prisa si te quieres evitar los interrogatorios.- Dijo antes decolgar y dejándome con la palabra en la boca.
Me giré y miré a mis “amigos”. Estaba realmente enfadada con ellos. Pero me pusieron las caras de buenas personas que ponían y eché a reír. En el fondo eran buenos chicos.
- Me tengo que ir.- Dije cogiendo mi abrigo y poniéndomelo. Los tres se me quedaron mirando. Suspiré.- Poneros los abrigos y os lo cuento por el camino.- Dije exasperada tirando de ellos.
Nos montamos en el coche de Duncan y pasamos por mi casa para que me cambiara, ya que las pintas que llevaba no eran las más indicadas para ir a una fiesta,aunque no fuera muy formal (Click aquí). Y media hora más tarde me dejaron en el hotel que me había dicho Josh.
-¿Seguro que no queréis venir?- Dije apoyándome en la ventanilla del coche,justo en el lado donde estaba sentado Duncan.
- Lo siento, no me junto con celebrities.- Dijo David riendo antes de arrancar de nuevo. Sonreí para mi sola y entré en el local.
No era una gran fiesta, solo estaban los familiares y los amigos más cercanos.Pude ver a Louis hablando con dos chicos mientras dos niñas pequeñas se le acercaban por detrás a darle un abrazo. Zayn y Liam estaban hablando con Andy sentados en un sofá, y a su lado habían dos chicas, una increíblemente parecida a Zayn. Después vi al resto de la banda, a Josh incluido, que se me acercó y me abrazó.
-Justo a tiempo.- Dijo sonriéndome y mirando tras de mi.- Donde acababan de entrar mis padres y Ben, a quien me dirigí rápidamente y abracé.
- Te he echado de menos, he tenido que aguantar a papá yo solito.- Dijo riéndose y pasándome el brazo sobre los hombros.
Después se me acercó mi madre, que me achuchó hasta dejarme casi sin respiración y me preguntó por enésima vez si no quería volver a casa. Mi padre se limitó a abrazarme y a dedicarme una sonrisa fingida.
Ben y yo nos sentamos junto a Liam, Zayn y Andy. Aquello era un caótico guirigay en el que todos hablábamos en voz alta a la vez, donde las carcajadas producidas por cada chiste interrumpían la historia de los demás. No me dejaron de presentar a gente en toda la noche, aunque no tuve que hablar con frecuencia,pero sonreí mucho y solo cuando me apeteció hacerlo.
Niall estaba sentado en la mesa de enfrente, con sus amigos, como si estuviera en una fiesta diferente. Él me había visto y yo también le había visto a él. Nuestras miradas se habían cruzado varias veces, de las cuales surgían unas sonrisas fugaces. No habíamos vuelto a hablar desde lo que pasó en la discoteca, aunque tampoco habíamos tenido oportunidad.
De repente, me sonó el móvil, un mensaje suyo pidiéndome salir a la terraza del local. Me miró, y me levanté para salir. Él esperó y al cabo de unos minutos salió a mi encuentro.
- Pensé que no saldrías.- Dijo mirándome.
- ¿Porqué no iba a hacerlo?
- No sé.¿Quizás porque te divertías ahí dentro?
-Necesitaba tomar un poco el aire.- Dije apoyándome en una de las barandillas.Un silencio incómodo se apoderó de la situación, y enseguida intervine para romperlo. - Bueno, ¿y que querías? Empiezo a tener frío.- Se me había olvidado ponerme el abrigo, y no era lo más indicado teniendo en cuenta que estábamos en diciembre.
-Toma mi chaqueta.- Se acercó a mí y me la colocó sobre los hombros. Sin darnos cuenta, se había quedado a pocos centímetros de mí.
-¿Nadie te ha dicho que tienes unos ojos preciosos?- Dijo mirándome fijamente.
- Al contrario, unos ojos demasiado oscuros, a lo que algunos llamarían horribles.
-Pues a mí me gustan.
- Y a mí, para lo único que me gusta.
-¿Tus ojos son lo único que te gusta?
-Bueno...sí. Oye… Niall, ¿Qué querías?- Dije apartándome un poco.
En ese momento se acercaron a nosotros un chico y una mujer. Niall se los quedó mirando y se pasó la mano por la cabeza.
- Te estábamos buscando.- Dijo la mujer con una sonrisa.- ¿Qué haces aquí?
- Eh…Mamá, esta es Leah, es la hermana de Josh.- Me presentó Niall.- Leah, esta es Maura, mi madre, y él es Greg, mi hermano.- Me acerqué a los dos y les saludé. Después todos volvimos dentro. Hablé un rato con la madre de Niall, era una mujer realmente simpática y encantadora.

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A la mañana siguiente, cuando por fin había conseguido dormirme, mi móvil comenzó asonar y me despertó. Lo cogí de la mesita de noche y lo descolgué sin apenas mirar quien era.
-¿Si?- Dije con la voz ronca, y sin abrir los ojos.
- ¿Te he despertado?- Preguntó una voz riéndose al otro lado del teléfono.
-¿Niall? Si… ¿pasa algo?
- No,solo te llamaba para preguntarte si quieres quedar esta tarde, y dar una vuelta. Que ayer al final no pudimos hablar, y me acabo de acordar que cuando viniste te prometí que te enseñaría la ciudad, aunque creo que has tenido tiempo de sobras para visitarla.
-¿Quién es?- Dijo Liz desperezándose. Como Josh había vuelto a casa se quedó adormir en mi habitación, ya que aún tenía todas sus cosas aquí y no había hablado con su padre.
Le hice un gesto para que se callara.- Oye, Niall, claro que sí. ¿Qué te parece si quedamos para comer?- Dije volviendo a la conversación telefónica y despidiéndome de él.
- No me lo puedo creer.- Dijo Liz incorporándose cuando colgué.
-¿Qué es lo que no te puedes creer?
- Te gusta Niall.- Soltó de golpe.
-¿Qué dices?- Dije incorporándome y mirándola.- Si hombre, no inventes.
- ¡Oh por favor! ¿Acaso no has visto cómo te mira?
- ¿A mí?-Dije incrédula.- Liz, solo me llevo bien con él, no le busques tres pies al gato.- Me miró fijamente a los ojos, como en busca de una respuesta, y no pude evitar comenzar a reír.
- Si,definitivamente te gusta. No hay más que mirarte a los ojos y ver lo tonta que te pones.
- Eso no es verdad, si me miras fijamente con cara de psicópata es normal que me ría.Además es el quien me ha llamado. Y déjame dormir, que me has desvelado.- Añadí tumbándome y girándome para el lado contrario.
- Eso es otra, ¿y qué hay de lo que pasó ayer?
-¡Cállate ya!- Le dije lanzándole una almohada.
Y así se formó una guerra de almohadas, y acabamos las dos rendidas en la cama.“Anda, levántate ya que has quedado con Niall y vas a llegar tarde.” Dijo tirándose encima de mí y empujándome hasta que consiguió echarme de la cama, y no tuve más remedio que irme a duchar.
Al salir, Josh se había levantado, y estaba en la cocina desayunando con Liz.
-Buenos días.- Dije dándole un beso en la mejilla mientras me secaba el pelo con una toalla.
-¿Adónde vas?
- Ha quedado con Niall.- Le contestó Liz dando un mordisco a su manzana, mientras me miraba sonriendo.
En ese momento picaron al timbre. Me dirigí corriendo hacia la puerta y abrí sin apenas prestar atención a quien era.
- ¿Y qué vas a hacer con Niall?- Preguntó Josh nada más entrar en la cocina.
Me lo quedé mirando, pero una voz detrás de mí interrumpió la conversación. Hola,dijo Ben entrando por la puerta. Miré a Liz, que de repente tenía una enorme sonrisa en la cara. De pequeñas, cuando Liz vivía en Leicester, estaba enamorada en secreto de Ben, y se inventaba cualquier excusa para que fuéramos a mi casa después de clases. Al verle Ben le sonrió y se sentó en uno de los taburetes de la cocina.
-Bueno, Leah, no has contestado a mi pregunta.- Dijo Josh riendo.
- Ya…Oye, que yo me voy a vestir y…
- Si,y yo la acompaño.- Dijo Liz, salvándome y tirando de mi.- Adiós Ben.


8. Guide of a new life.


Me desperté temprano,había dormido de un tirón. Bostecé unas tres veces. Pensé en las cosas que podría hacer hoy, hoy era un buen día para pasear por Londres, hacía tiempo que no lo hacía. Llevaba tres meses trabajando y necesitaba una tarde para desconectar. Así que llamé a Leah y quedé con ella para ir a dar una vuelta por la ciudad.
Me levanté de la cama y fui directo al baño, a lavarme la cara. Me miré en el espejo y recordé la razón por la que me estaba arreglando, lo cual creó una extraña inseguridad en mí mismo, yo nunca me había visto bien, siempre me había sacado defectos, aunque con el tiempo había aprendido a afrontar mis inseguridades.


Me encontraba frente al espejo de mi pequeña habitación mientras escuchaba la voz de mi amiga por detrás, apenas sin prestarle atención. Me coloqué bien el pelo y acomodé bien mi ropa (Click aquí), pero solo me rondaba una pregunta por la cabeza ¿Y si de verdad me comenzaba a gustar? No, no podía ser, apenas le había visto dos veces, y no le veía como a nada más que un amigo, aunque por más que me lo repitiera no lograba convencerme. Además yo no era de esa clase de chicas,nunca había estado “enamorada” de nadie. Ni mariposas en el estómago, ni pajaritos revoloteando sobre mi cabeza, nada.
Picaron al timbre, y sonreí al recordar a Niall, si, era un poco contradictorio. Salí corriendo dela habitación, haciendo que me tropezara y cayera por las escaleras, y se escuchara el carcajeo de los demás viendo la escena.
Liz me saltó por encima y fue a abrir. En menos de dos minutos Niall entró por la puerta y se quedó observándome mientras reía.
Cogí mi cámara réflex,nueva. Me la había regalado mi madre cuando me mudé, y apenas la había utilizado un par de veces.
Salimos a pasear por las calles de Londres, todo era precioso. Niall me iba enseñando los sitios que más le gustaban de la ciudad, y en los cuales aún no había estado. Íbamos el uno al lado del otro, hablando y riendo, parecíamos dos buenos amigos de toda la vida.Yo mientras tanto le iba haciendo fotos a todo, incluido a Niall. “La cámara loadora” pensé. Parecía una niña pequeña el día de reyes, abriendo sus regalos, e ilusionándome con cada cosa que veía. Niall me miraba con cara de asombro. Le gustaba que a mí me gustara todo aquello.
Estaba atardeciendo y Niall me llevó al último sitio por visitar, The London Eye, era precioso, desde allí arriba se veía todo Londres, las luces, los monumentos. Nunca había visto nada así. Solo había estado allí una vez cuando era pequeña y apenas tenía cinco años. Recuerdo que tenía una competición en la ciudad, y mi padre se pidió fiesta en el trabajo para poder llevarme en coche. Cuando terminó fui caminando con mi padre hasta allí. Después fuimos a una pequeña heladería cercana y me compró un cono de helado de tres sabores. Fue uno de os mejore días que viví con mi padre.
Me apoyé en el cristal mientras contemplaba atenta aquellas maravillosas vistas sonriendo. Niall me cogió la cámara de fotos,y me hizo una sin que se diera cuenta.
Cuando el flash se disparó me giré y me quedé mirándolo.
- ¿Qué haces? ¡Borra eso por favor!- Repliqué, no quería que viera esa foto dentro de unos años y me recordara así.
- Deja de decir tonterías, estás perfecta.- Volvió a disparar sin que me diera tiempo a colocarme.
- Déjame verlas ahora mismo.- Niall se puso a mirarlas y comenzó a reírse.- Por favor borra eso ahora mismo.- Le dije riéndome cuando me enseñó la foto, normal que él se hubiera reído.
- Vale, pero solo si me dejas hacerme una foto contigo.- Dijo suplicante. Aun no me había acostumbrado al hormigueo que producía su voz, su sonrisa, sus caricias… Asentí y le sonreí,cualquier cosa con tal de que borrara eso.
Niall colocó la cámara sobre una barandilla de la cabina y puso el temporizador. Se acercó a mí sin prisa y colocó sus manos sobre su cintura. Me dio un tierno beso en la mejilla mientras se sacaba la foto.
Se separó de mí y fue a por la cámara, para enseñarme la foto. Sus ojos azules se clavaron en los míos,produciéndome ese hormigueo al que aún no se había acostumbrado, y al que aún no le había encontrado sentido, pero que tanto me gustaba.
- ¿Te gusta?- Preguntó impaciente por conocer la respuesta. A él le encantaba, solo hacía falta versus preciosos ojos azules iluminados y su sonrisa de oreja a oreja.
¿Cómo no me iba a gustar esa foto? Tenía todo lo que hacía falta para que me gustara. Un atardecer en lo alto del London Eye, con los últimos rayos de sol iluminándonos, y las pequeñas luces de los edificios de fondo, y lo mejor de todo, junto a uno de los mejores chicos que había conocido.
- No me gusta, me encanta.- Le dije girándome con una sonrisa, y dándole un tierno beso en la comisura del labio, medio a propósito medio no. Niall se me quedó mirando, estábamos a muy pocos centímetros el uno del otro, y eso le había pillado totalmente de improvisto.
- Anda, vamos.- Le dije sonriendo, y cogiéndolo de la mano para que saliéramos de la cabina.
- ¿Tienes hambre?-Preguntó una vez fuera.
- Un poco.- Niall sonrió. Habíamos estado tan preocupados dando vueltas por la ciudad que se nos había olvidado por completo ir a comer.
- Entonces aún nos queda un sitio por visitar. Te voy a llevar a donde hacen los mejores perritos calientes de todo Londres.- Ya había anochecido, aunque apenas eran las seis de la tarde, y comenzaba a hacer frío  Niall se detuvo frente a un pequeño puestecito ambulante donde había un gran hombre con un delantal.- Dos hotdogs con kétchup y mostaza, y… dos Coca-Colas. ¿Te parece bien?- Asentí.
Mientras Niall estaba pagando, vi a un grupo de chicas que nos llevaban observando desde hacía un rato.
- Toma.- me dijo dándome uno.- ¿Qué te pasa? Leah.- Dijo chasqueando los dedos delante mío, y comenzando a reír.- ¿Estás bien?
- Si, es solo que… esas chicas llevan ahí paradas mirándonos como un cuarto de hora.- Dije señalándolas discretamente. Tres de ellas se acercaron y pidieron en el puestecito, no sin dejar de mirar a Niall.- ¿Ves?- Él se comenzó a reír.- Ah, ¿Qué te hace gracia?- dije algo molesta.
- ¿Te has puesto celosa?- Preguntó estallando en una sonora carcajada al ver que me sonrojaba.-No te enfades, anda vamos, que se está empezando a hacer tarde, y creo que va a llover.- Dijo dándome un suave beso en la frente mientras me rodeaba por la espalda para que comenzara a caminar.
De pronto, noté que una pequeña gotita caía sobre mi mano, y otra, y otra. En cuestión de segundos,comenzó a llover fuertemente, provocando que los dos quedáramos empapados.Niall me cogió de la mano, y comenzamos a correr en busca de un lugar para refugiarnos.
- Eres gafe ¿sabes? No tendrías que haber dicho que llovería.- Dije riendo cuando se paramos en el portal de un edificio.- ¿Ahora qué hacemos?
- Voy a llamar a un taxi, no creo que vaya a parar de llover.- Cogió su móvil y comenzó a marcar.- No tengo cobertura, ¿y tú?- Miré mi móvil y negué con la cabeza.
- Genial.- Dije irónicamente comenzando a caminar.
- Leah, ¿adónde vas?- Preguntó siguiéndome.
- A casa, ¿adónde sino?
- Tu casa está a más de tres cuartos de hora caminando.- Dijo cogiéndome del brazo y parándome.
- ¿Y qué propones que hagamos genio?- Me paré en seco y me giré, quedándome apenas a cinco centímetros de él. Ahora llovía más fuerte que antes, y un trueno rompió aquel incómodo silencio. Niall se quedó mirándome fijamente a los ojos, pero le aparté la mirada y me estremecí.
- ¿Tienes frio?- Preguntó desabrochándose la sudadera, pero no le dejé.
- No seas tonto, tú también tienes frío.
- Ven, mi casa está a unas cuantas calles de aquí,al menos no nos mojaremos.- Asentí, no tenía más remedio, la lluvia no iba acesar y no pensaba quedarme debajo de un portal toda la noche.
Me cogió de la mano y volvimos a salir corriendo porlas transitadas calles de Londres, entre el apogeo de la gente que iba y veníade un lado para otro refugiándose de la lluvia. Niall iba delante, abriéndose paso entre la multitud, y yo le miraba mientras sonreía, sin poder evitar sentirme como una idiota.
Nos paramos delante de un lujoso edificio, con las paredes de cristal. Niall abrió la puerta y dio paso a una pequeña recepción,como si fuera de un hotel, donde había un hombre vestido con traje y corbata que al vernos nos sonrió. Entramos en el ascensor, quedé sorprendida de la cantidad de plantas que tenía es edificio, picó al último piso.
Niall buscó las llaves en los bolsillos del pantalón y abrió la puerta dejándome paso, y cerrando la puerta tras de sí.
Un enorme sofá blanco se encontraba en medio del salón, justo enfrente de un televisor de pantalla plana. A los lados había dos puertas. Niall entró en la de la derecha y salió con unas toallas en las manos.Se quedó mirándome, mientras contemplaba todo aquello.
- Eh… Leah, ten.- Dijo tendiéndomelas toallas que acababa de sacar.- El baño está allí, por si quieres ducharte,y si necesitas algo dímelo, estás en tu casa.
- Gracias.- Le sonreí y le di un beso en la mejilla.- Niall, perdona por lo de antes, me he puesto un poco borde… Lo siento.- Dijo antes de entrar al baño.
Me saqué la ropa y la puse a secar en uno de los radiadores del cuarto de baño, y me metí bajo la ducha, los músculos de mi espalda se iban desentumeciendo a la vez que el agua caliente caía por ella. Salí y me envolvió en una tolla. Cogió una sudadera que Niall me había dejado entre las toallas y junto a unos pantalones de chándal unas cuantas tallas más grandes que la mía, y me los puse (Click aquí). Al notar su olor un hormigueo recorrió mu estómago, haciendo que me pusiera nerviosa. Me miré en el espejo, y salí del baño.
Niall estaba sentado en el sofá mirando la televisión con el ordenador sobre las piernas, ya se había cambiado.Me senté a su lado, estaba metido en twitter. Entonces me vinieron a la cabeza las chicas que nos habíamos encontrado esa tarde.
- Que sepas que ahora te perseguirán por todos lados.- Bromeó él, aunque no me hizo ninguna gracia, y megiré a mirar la televisión, cogí el mando y me puso a hacer zapping. En uno delos canales aparecieron los chicos, y anunciaban la venta de entradas de su nueva gira. Suspiré y apagué la tele.
- ¿Enserio te sientes a gusto con la fama?- Solté de golpe.
- Sí, me encanta, aunque aveces, me gustaría desaparecer. Me gustaría no ser el centro de atención. - Me contestó sincero. Suspiré.
- Oye… El día que nos encontramos en la discoteca…- Solté, era ahora o nunca.
- Leah, no hace falta que digas nada.- Dijo mirándome.
- No, quiero que sepas que lo siento, no debí hacer lo que hice. Ni siquiera sé por qué lo hice.- Dije liándome cada vez más. Suspiré.-A ver, que si podemos hacer como si eso no hubiera pasado.- Él se limitó a asentir. Entonces… ¿Amigos?- Añadí tendiéndole la mano.
- Amigos.- Contestó sonriendo y cogiéndome la mano.

viernes, 4 de enero de 2013

Tráiler.

Hello my loves! Como estáis?
Bueno, primero de todo, ¡FELIZ AÑO!
Si, se que dije que mi próxima entrada sería del capítulo y del tráiler, pero es que no me ha dado tiempo de escribir :( Lo siento, no me matéis, como recompensa os subo el tráiler anetes para hacer más corta la espera Jajajajaja
Me he dado cuenta de que mi servicio de internet es una shit, llevo literalmente tres días para poder subir un vídeo de cuatro minutos a youtube, por eso he tardado tanta, y encima después me daba error.
Bueno, no os aburro más, espero que os guste y que comentéis. <3
Que tengáis un 2013 mejor que el 2012 y que se cumplan vuestros propósitos. El otro día me dio por leer los míos del año pasado y la verdad, menos mal que no se han cumplido Jajajajaja, en serio, eran penosos... Bueno, y me despido ya.
Love you all! :D