lunes, 21 de enero de 2013

9. If I'm louder, would you see me.

¡HOLA! Vale, LO SIENTO mucho por haber estado tanto tiempo sin subir, últimamente no tengo tiempo ni para dormir, así que no puedo escribir. Pero como hoy estoy muy feliz porque el sábado conocí a Mikel Iglesias y a Carlos Cuevas <3, así que espero que os guste tanto como a mi, ya que me costó un montón escribir el capítulo, pero lo que más me gusta es el final con diferencia.Ah, y os propongo una cosa, si llegamos a los diez comentarios en una semana, la próxima vez subo dos o tres capítulos depende de como esté de inspiración. Y lo dicho, os dejo ya para que lo leáis y me digáis lo que os parece (No me odiéis por no haber subido antes). Y si aun no os habéis pasado que sepáis que tengo otro novela y que espero que también os guste aunque no sea de los chicos. www.mirameydimequenomequieres.blogspot.com
Love You All <3 

9. If I'm louder would you see me.


El sonido del timbre hizo que me despertara de golpe. Me incorporé y restregué mis ojos con las manos para que mi vista se acostumbrara a la luz del sol que entraba de pleno por el ventanal de mi apartamento e iluminaba toda la estancia.Volvieron a picar al timbre y me levanté intentando mantener el equilibrio.
- ¿Niall?- Dijo una voz masculina cuando descolgué el telefonillo.
- ¿Quién es?- Contesté bostezando y aclarándome la voz.
- Soy Greg ábreme.
Suspiré y volví al salón. Fue entonces cuando me di cuenta de que Leah seguía durmiendo en mi sofá.
- Buenos días.- Dijo mi hermano entrando por la puerta con dos bolsas en sus manos y entrando en la cocina.
Cuando entré, Greg estaba sacando un par de platos de un armario.
- No te preocupes, tu como si estuvieras en tu casa ¿eh?- Dije sarcásticamente sentándome en un taburete.
- ¿Quieres desayunar o no?-Contestó sacando una caja de la bolsa. La verdad era que no tenía nada de hambre, debía de estar poniéndome enfermo, pensé, ya que el día anterior apenas había comido más que un hotdog, cosa que era rara en mí. Pero aun así saqué una de las rosquillas de la caja y me la llevé a la boca sin ganas.
- ¿Qué hiciste ayer?- Preguntó con la boca llena.
- Nada, quedé con Leah para dar una vuelta.- Le dije quitándole importancia.
- ¿Hay algo que deba saber?- Dijo con una sonrisa. Le miré sin entender la pregunta.- Oh, vamos Niall, no medirás que no te gusta.


Unos ruidos provenientes de no sé dónde me despertaron. Abrí los ojos e intenté incorporarme, al principio me asusté al no reconocer donde estaba, pero recordé que me había quedado dormida en casa de Niall. ¿Pero él donde estaba?
Me dirigí al origen de los ruidos.La puerta de la cocina estaba entreabierta.
- ¿Leah? ¿A mí? ¿Cómo me va a gustar?- Escuché la voz de Niall sorprendido.- Es solo una amiga, bueno, ni siquiera creo que lo sea, casi no la conozco.- Al oír esto no pude evitar molestarme.
- Pues el otro día por la noche no me pareció lo mismo.- Dijo otra voz que me resultaba familiar pero que no pude reconocer.
- Solo estábamos hablando.-Intentó convencerle.
- Claro, y como había mucho ruido allí fuera le hablabas al oído ¿no?- Rió  Fue cuando decidí entrar para que la conversación no fuera a más.
- Buenos días.- Dije entrando por la puerta sonriente. Greg estaba de frente y nada más verme sonrió, Niall en cambio, al escuchar mi voz se atragantó con algo que estaba comiendo y se giró a mirarme.
Me senté y Niall me acercó la caja de rosquillas. Cogí una de color azul cubierta de coco rallado, con dos ojos de chocolate que intentaban simular al monstruo de las galletas.
-Muchas gracias, amigo.- Le dije con una sonrisa irónica, cosa que provocó que se atragantara y que Greg riera.
- ¿Y qué vas a hacer estas navidades?- Preguntó este último intentando destensar la situación, ya que Niall se había puesto completamente colorado.
- Iremos a casa de mis abuelos en Irlanda, como todos los años, y hoy tenía pensado ir a comprar los regalos,porque mañana nos vamos.- Dije bebiendo un sorbo de café.
- ¿Eres irlandesa?- Dijo Greg sonriendo.Negué con la cabeza.
- Cuando se jubilaron mis abuelos se fueron a vivir allí, aunque se pasan todo el año viajando de un lado para otro.
Cuando terminamos de desayunar fui al cuarto de baño y cogí la ropa del día anterior que ya estaba seca, aunque Niall me dejó una sudadera suya por si habían hecho fotos el día anterior, para que no pareciera que había dormido allí. Genial, pensé irónicamente, me encantaba salir con Niall y pasar el rato con él, pero no me gustaba pensar que tenía a millones de personas mirando cual sería mi próximo paso, y criticando todo lo que hiciera por el simple hecho de ser su amiga.
Greg nos dejó en un centro comercial de las afueras de la ciudad y se marchó porque había quedado en visitar a unos amigos. Quise ir sola para poder terminar antes, pero a Niall también le faltaban unas compras por hacer,así que me acompañó.
Para ser vísperas de navidad apenas había gente allí. Era increíblemente grande y estaba lleno de cristaleras, por lo que se podía ver el exterior. Por suerte sabía lo que quería comprar y fuimos directos a las tiendas. La primera a la que entramos fue Abercrombie, donde cogí una sudadera para Ben, siempre le cogía algo de ropa, y él a mí un CD de música.
Íbamos paseando mientras hacíamos el tonto y mirábamos escaparates. Más de una persona se nos quedaba mirando. Bueno, principalmente a Niall, aunque a él no le importaba lo más mínimo, supongo que estaría acostumbrado, y no dejaba de hacerme reír.
A mi madre le compré un libro de Paolo Coelho, uno de sus escritores favoritos, y a mi padre un best seller que encontré en medio de la librería, pero que seguramente no le gustaría. Nunca sabía que regalarle, recuerdo que cuando era pequeña le sacaba los calcetines de su cajón y los envolvía en papel de regalo para colocarlos bajo el árbol, y él fingía sorprenderse.
Al mediodía ya habíamos terminado de comprar casi todo. Por último entramos en una tienda de discos en busca de un CD para Josh. Comencé a buscar por los estantes cuando uno llamó mi atención. Lo coloqué para escucharlo y me puse unos auriculares.
- ¿Ahora eres fan nuestra?- Dijo Niall acercándose por detrás y pulsando la pista cuatro.- Escucha esta.- Presté atención y la música comenzó a sonar. Era la primera vez que les escuchaba.-¿Te gusta?- Dijo cuando terminó la canción. Le miré sonriendo y me saqué los cascos.
- Me lo voy a comprar.- Contesté quitándoselo de la mano y dirigiéndome al mostrador con una sonrisa. Niall vino tras de mí y se interpuso entre el mostrador y yo.
- Te lo regalo.
-¿Qué? No.- Intenté sacarlo de delante para poder pagar, pero no conseguí moverlo ni un centímetro mientras él se reía de mis intentos fallidos.
- Leah, va, déjame que te lo regale.- Me cogió de los brazos riendo y le dio el dinero al dependiente sin que me diera tiempo a decir nada más.
Cuando salimos de la tienda Niall llevaba una sonrisa triunfal en su rostro. Me cogió las bolsas de las manos y me rodeó con el brazo por los hombros.
- Eres una enfadona.- Me dijo al oído mientras reía. Le rodeé por la cintura y levanté la vista sonriendo, y me quedé mirándolo, perdiéndome por completo en su mirada, en aquel azul intenso de sus ojos que tanto envidiaba.
-Y a ti te encanta hacerme enfadar.- Solté por fin.
- Y a ti te encanta que lo haga.- Le volví a mirar y fruncí el ceño poniendo los ojos en blanco. A eso era precisamente a lo que me refería. Me aparté de él y seguí caminado hacia la puerta, mientras él volvía a reír. ¿Qué era lo que le hacía tanta gracia?- Leah, que era broma.- Dijo viniendo tras de mí y rodeándome ahora por la cintura.
Al salir a la calle había comenzado a nevar, así que llamamos a un taxi que nos llevó hacia un parque cercano a mi casa. De nuevo Niall no me dejó coger las bolsas.


Cada vez hacía más frío, y conforme avanzábamos por la calle la capa de nieve bajo nuestros pies aumentaba considerablemente. De pronto noté un flash. Y otro. Y otro. Vi a cinco paparazzi en nuestra misma calle. Miré a Leah y noté la cara de asustada que llevaba. La cogí de la cintura y le di un beso en la mejilla sonriéndole para que no se preocupara. Aunque en realidad, yo era el que más lo estaba. No quería convertir a Leah en alguien famoso. No la dejarían vivir tranquila. Era la chica más especial para mí,aunque me costara reconocerlo, en poco tiempo se había convertido en alguien imprescindible en mi vida. Ella no buscaba ese mundo, ella ya tenía el suyo. Por fin llegamos a la puerta del edificio y la cerré tras de nosotros. Entramos corriendo evitando a los periodistas, nos esperaba una buena tarde en casa hasta que los paparazis se marcharan de allí. Lo mejor en esos momentos era dejar enfriar la situación.
Cerré la puerta, di un suspiro y recaí detrás de ésta. Dejamos las bolsas. Leah no paraba de mirar por la ventana. Seguían allí.Eran cómo buitres en busca de carne fresca.


Me senté en el sofá, necesitaba relajarme un rato. Niall encendió la tele y se sentó a mi lado.
Aproveché para intentar cambiar de posición y acercarme más. No se apartó, es más, me buscó el también.Ya no había espacio que nos separase.
Nos pusimos a ver una peli. Niall se sentó en el sofá y estiré mis piernas encima de él,mientras, el me las acariciaba. No me quejé, a decir verdad, me encantaba. Me miraba fijamente. Le respondí con una sonrisa. Me abrazó y me acurruqué ahí, en sus brazos que me parecieron increíblemente cómodos y reconfortantes, aún más que el sofá. Le abracé,necesitaba tenerlo aún más cerca. Pasamos allí toda la tarde, en el sofá estirados,viendo películas, charlando, riendo… Era increíble lo rápido que pasaba el tiempo cerca de Niall. Sin darnos cuenta se nos habían pasado las horas cómo segundos. Cuando empezaron los anuncios de la película me levanté de aquel sofá, se me había quedado el culo dormido. Abrí el armario y saqué unas palomitas de microondas. Se hicieron en tres minutos exactos. Niall se despertó por el olor. Cogí unas Coca-Colas de la nevera y me senté en el sofá de nuevo. Se levantó un poco y le dio un sorbo a la suya. Al volver a la posición de antes, intenté abrazarle, pero sin querer pasé mi mano por su abdomen. Estaba increíblemente duro y moldeado.Avergonzada, volví rápidamente a la posición anterior.
El me miró divertido.
- Si quieres puedes dejarla mano ahí, amiga.- Dijo sonriendo como un niño pequeño.
No me lo pensé. Quería ver su reacción al ver que acepté su sugerencia. Le acaricié sus abdominales,admirando el trabajo que debía haber detrás de ellos. Me sonrió y yo empecé a reír. Fue un poco extraño. Se apoyó en mi cabeza dulcemente. Cuando empezó asonar el teléfono.
Me levanté a cogerlo sin ganas. Colgaron. Seguramente era Liz. Pasé de volver a llamar y aproveché para dejarlo descolgado, no quería más interrupciones como aquella.
Los anuncios de la película ya habían terminado. Me volví a sentar en el sofá, algo impaciente por volver a tenerlo cerca, me gustaba aquella sensación.
Me giré demasiado rápido, y él se quedó demasiado cerca de mí. Nos miramos frente a frente, con solo unos pocos centímetros de distancia. Pude sentir su dulce aliento en mi cara y su indecisión por dar el primer paso.
- ¡Hombre si está aquí mi hermana la desaparecida!-Dijo una voz proveniente de la puerta riendo. Los dos nos separamos y miramos a Josh, Ben y Zayn que acababan de entrar cargados de bolsas.
Niall se levantó del sofá y se pasó la mano por la cabeza acercándose a Zayn y cotilleado las bolsas que traían.
- ¿No traéis comida?- Se quejó cambiando de tema y mirando bolsa por bolsa.
- Niall, te acabas de comer un paquete entero de palomitas.- Reí, mientras les saludaba a todos, y les ayudaba a colocar las bolsas en la cocina.
Los cuatro se pusieron a hacer la cena mientras hablaban entre ellos, Josh no dejaba de mandarme indirectas, cuando quería podía llegar a ser un imbécil, y no sé por qué pero entre él y Zayn me terminaron excluyendo de la conversación por completo. Al final aburrida subí ami habitación y cerré la puerta. Registré el escritorio hasta encontrar mis viejos cascos y los conecté a mi pequeño reproductor de CD. Elegí un disco que le habían regalado por su cumpleaños a Josh. Era uno de sus grupos predilectos, aunque, para mi gusto,gritaban demasiado y abusaban un poco del bajo. Lo introduje en el reproductor y me tendí en la cama. Me puse los auriculares, pulsé el botón play y subí el volumen hasta que me dolieron los oídos. Cerré los ojos, pero la luz aun me molestaba, por lo que me puse la almohada encima del rostro. Me concentré con mucha atención en la música, intentando comprender las letras, desenredarlas entre el complicado golpeteo de la batería. Me sorprendió descubrir que después de todo, una vez conseguí superar el ruido atronador, el grupo me gustaba. Y funcionó. Los demoledores golpes me impedían pensar, que era el objetivo final del asunto, ya que estaba bastante mosqueada por todo lo que había pasado en la última hora. Escuché el CD una y otra vez hasta que canté todas las canciones de cabo a rabo cuando me cansé, cogí mi guitarra y salí al balcón de mi habitación. Allí habían unas estrechas escaleras de incendios que te llevaban aun pequeño terrado desde donde se veía toda la ciudad, y que estaba resguardado del frío y de la lluvia por los edificios que lo rodeaban. Lo descubrí una noche con Liz y Emma, y desde entonces se había convertido en mi refugio particular, donde podía encerrarme en mi propio mundo.
Me senté apoyada en una pared y comencé a afinar la guitarra, luego,con los ojos cerrados comencé a tocarla. Cogí mi cuaderno. En él escribía todo lo que se me pasaba por la cabeza, desde pequeños relatos, hasta canciones y comencé a ojearlo buscando una en concreto, cuando el viento comenzó a soplar y una de las hojas del cuaderno salió volando. Me levanté rápidamente, pero alguien ya la había recogido.
- ¿Qué haces aquí Niall?- Dije algo molesta mirándole.
- Me lo ha dicho Josh. ¿Estás bien?-Sonrió sentándose a mi lado. Le miré y dejé la guitarra en el suelo.- ¿Este es tu escondite?- Preguntó. Al no obtener respuesta suspiró y miró el papel que había cogido. Nerviosa estiré el brazo y se lo quité.- ¿Y esto?- Preguntó.
- No es nada… solo es una canción.
- ¿Me la enseñas?- Me pasé la mano por la cabeza y me quedé mirándole indecisa.- Vamos Leah, enséñamela, no tengas vergüenza.- Dijo acercándose a mí. Le pasé la hoja y se puso a leerla.
- Es buena, ¿la has escrito tú?- Preguntó mirándola. Yo me limité a asentir, nunca nadie había leído una de mis canciones,de hecho, nunca nadie había leído nada de lo que había escrito.- ¿Cómo es el ritmo?
- Eh…- Dije avergonzada. Él comenzó a ponerme pucheros y empezó a suplicar, a lo que no pude resistirme.- Bueno…-Suspiré comenzando a tocar la guitarra. Niall cogió la hoja y comenzó a cantar.Nunca antes la había oído en directo. La voz de Niall era realmente hermosa y arrolladora, y siempre producía esa piel de gallina en mí.
- ¿Por qué paras?- Dijo posando sus ojos en mi cuando dejé de tocar.
- No está acabada, aun no sé cómo continuarla.
- ¿Puedo?- Dijo señalando la partitura que tenía delante de él. Asentí y se la pasé. Después cogió mi guitarra y se puso a tocarla mientras cantaba. Me quedé parada mirando sus labios que se movían al compás de aquella hermosa voz.- ¿Qué te parece?- Dijo interrumpiendo mis pensamientos.
- Es… Es preciosa, pero Niall, yo no sé tocar así.
- Sí que sabes.- Me pasó la guitarra y se acercó por detrás rodeándome con sus brazos, y haciendo que un escalofrío recorriera mi espalda, posando sus manos sobre las mías y enseñándome a tocar aquellos acordes. Cuando terminó giré mi cara quedándome a pocos centímetros dela suya. Me miró fijamente a los ojos, provocando de nuevo ese cosquilleo que tanto me gustaba. Se acercó indeciso y presionó suavemente sus labios junto a los míos. Se separó un momento, mirándome a los ojos, sin decir una palabra,buscando mi aprobación. Las comisuras de mis labios formaron una pequeña sonrisa. Comencé a acariciar su rostro con una mano, dibujando el contorno del mismo con las yemas. Pasé un dedo gentilmente por sus labios, fijando mi mirada en ellos, y mirando el deseo aun impreso en sus ojos.
- Vuelve aquí.- Me susurró volviéndome a besar dulcemente. Nuestros labios se movían con lentitud, su lengua jugueteando con la mía. Sentí que mi corazón estallaría de felicidad, aun estando consciente de que luego me arrepentiría, quería ser capaz de congelar ese momento para siempre. Cada vez más lento, nuestros labios jugaban, mi lengua acariciaba su paladar. Fue un beso largo, muy largo. El beso más bonito de mi vida. Me aparté yo primero, para seguirle dando besos, pero esta vez con más ternura. Besos cortos.

10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Ahora es cuando todo se complica Jajajajaja

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  2. jgladkjfglskdjglkdfjgkldjfglkjsdflkgjaelg. Eso. :)
    PD: Sube pronto! ^^

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    1. djwadilawokemdnsjdiw, que muchas gracias :D

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  3. DIossss que romaticooo. Este es mi capítulo favorito. ME encatnaaaa. Espro que subas prontoo

    One Kiss

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    1. Muchas gracias *-* Aunque para mi gusto es un poco pasteloso, aunque me alegro de que te guste jajajaja
      Kisses <3

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  4. Hola cielo :)
    Aquí tienes una nueva lectora y seguidora del blog ^^ Quiero comunicarte que tu novela es una de las mejores que he visto y que escribes como una profesional, tienes un don. Me he leído todos los capitulos que has subido y me has dejado con ganas de más. Este capitulo me ha encantado aunque en realidad todos son geniales, que envidia. Yo tengo una novela que para mi que ni se acerca, aunque todas dicen que escribo genial pero es porque aún no han visto el tuyo *-*
    Si quieres te dejo el link pero no sé si te gustará: http://onedirectionismysuperman.blogspot.com.es/
    Bueno, ya nos escribiremos en el próximo capitulo :)
    Besos de carrot <3

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    1. Me alegro de que te guste :D Que sepas que comentarios así son los que animan a seguir escribiendo así que muchas gracias por comentar. No tienes ni que pedírmelo, ya te sigo, y cuando tenga algo de tiempo me paso.
      Kisses <3

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