Me quedé allí plantado, sin saber qué hacer. De veras
que no entendía nada de lo que había pasado.
- ¿Qué haces aquí?- Preguntó Stan rodeándome por el
hombro. Suspiré y le miré cogiéndole el vaso que llevaba en la mano y
bebiéndomelo de un trago. Tenía la cabeza hecha un lío, con miles de
pensamientos chocándose entre sí, producto del alcohol que acababa de ingerir y
de la fuerte música que resonaba en mi cabeza.
- El gilipollas.- Dije molesto apartando su brazo.
- ¿No has visto a Leah?
- Ese es el problema. Leah siempre es el problema.- Le
miré.
- A ver… Cuéntame lo que ha pasado.- Dijo mi amigo
sacando su faceta de psicólogo.
- No lo sé. Estábamos juntos, la he besado otra vez, y
de pronto se ha ido, sin dar explicaciones.- ¿Porque narices la había vuelto a
besar? No era mi culpa, no lo podía evitar, cuando la tenía cerca, besarla se
convertía en una especie de necesidad.
- ¿A dónde ha ido?- Me encogí de hombros. Me volvió a
rodear por el cuello y me miró.- ¿Qué te parece si la buscamos? Mi novia también
ha desaparecido.- Me miró riendo. Siempre podía tomarse todo con humor, eso era
lo que más me gustaba de él, y el motivo por el que era uno de mis mejores
amigos.
Nos separamos. Stan se fue a buscar por la pista de
baile y yo miré por los alrededores. Nada. Solo me quedaba el cuarto de baño, y
aunque no era muy buena idea colarse en el baño femenino, sentía que no tenía
más remedio.
Caminé por un estrecho pasillo, el volumen de la
música iba bajando, y la cantidad de gente disminuía conforme me alejaba de la
pista de baile. Escuché un portazo proveniente del fondo y el resonar de unos
tacones sobre el frío suelo de linóleo, bastante desfasado en comparación con
el resto de la discoteca.
- Leah, espera.- Escuché que decía una voz lejana,
aunque la oía tan lejana, que sentía que me la estaba imaginando. Si no hubiera
sido por que a los pocos segundos Leah apareció con su vestido dorado seguida
de… Liz. Pensé recordando el nombre de su amiga. Era bastante guapa, aunque no era
mi prototipo de chica, no me solían atraer las chicas tan extremadamente
perfectas.
- ¿Leah, podemos hablar?- La paré cogiéndola del
brazo. Ni siquiera se dignó a mirarme y se zafó de mi agarre sin mucha
dificultad para seguir su camino. Miré a Liz en busca de alguna respuesta.
Necesitaba saber que le pasaba o acabaría volviéndome loco.
- Niall, ahora no es el mejor momento, eso es todo.-
Me sonrió antes de volver a caminar para seguir a su amiga. Suspiré y apoyé mi
espalda sobre una pared, recayendo sobre esta y sentándome en el suelo con la
cabeza entre mis piernas.
- ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?- Preguntó
Josh apareciendo de golpe junto a Andy, que le rodeaba por el hombro, y he de
reconocer que más ebrio de lo que debería. Le miré y me sequé una lágrima con
el dorso de la mano. Una lágrima de rabia por haber confiado en él, y a la vez,
de impotencia por no poder hacer nada por sentirme mejor.
- Nada con importancia… Tranquilo.- Dije
tocándole el pelo como a un niño bueno mientras fingía una sonrisa, él me
devolvió un beso en la mejilla y se marchó de nuevo con Andy mientras se
acercaban a un grupo de chicas que seguramente ni conocían. Les dejé marchar,
tenían cosas que contarse y parecía que mi presencia no tenía nada que ver
allí.
Me acerqué de nuevo a la barra y me senté en un taburete,
aunque esta vez sin la intención de beber. Suspiré y dejé apoyé la cabeza entre
mis dos manos, cerrando los ojos por un instante, e intentando despejarme.
-
¿Me dejas que te invite?- Preguntó un chico castaño con acento Irlandés sentándose
en el taburete de mi derecha y apoyándose sobre la barra.
-
Depende de tus intenciones.- Le dije mirándole, a lo que él sonrió.
-
Solo la de invitarte a una copa. Soy…
-
No me interesa.- Le interrumpí. En ese momento no me apetecía hablar con
nadie.- No hace falta que me digas tu nombre.- Rectifiqué intentando no ser
borde y mirándole de nuevo. Me examinó con la mirada, y me sonrió de nuevo.
-
¿Qué quieres beber?
-
Algo fuerte.- Aseguré, quedaban apenas quince minutos para la medianoche y aun
quería pasármelo bien. Le hizo un gesto al camarero, y en pocos minutos nos
sirvió un vaso a cada uno de un espeso líquido marrón, con un fuerte olor a
alcohol.
- Oye, no quiero ser indiscreto pero... ese de
ahí... ¿es tu novio?- Dijo señalando a una esquina en la que se encontraba Niall
observándonos junto a Liam, que llevaba sombrero un de
paja, parecía un campesino, pero le quedaba realmente sexy.
- ¿El rubio o el castaño?
- Niall.
- ¿Le conoces?- Dije sorprendida, aunque, ¿Quién no les conocía?
- Es amigo mío.- Noté como me miraba, pero yo ahora estaba inmersa
observando como el hielo se derretía poco a poco dentro de mi vaso.
- Y si sabes la respuesta ¿Por qué preguntas?- Dije molesta.
- Eres lista.- Me sonrió.
- Observadora, si fuera lista no estaría hablando contigo ahora mismo.
- ¿Y eso por qué?
- Digamos que algo me dice que Niall te ha dicho que vengas a hablar
conmigo. Lo que pasa es que yo no quiero hablar.- El chico estalló en una
carcajada.
- Eres más cabezota de lo que me había dicho. Y no, él no me ha dicho que venga
a hablar contigo. Solo he venido a invitarte a una bebida, porque creo que la
necesitas.
-
Entonces, ¿Brindamos?- Le pregunté alzando mi vaso y cambiándole de tema.
-
¿Por qué quieres brindar?
-
Hm… Supongo que por…
-
¿El año nuevo?
-
No, eso es muy típico, que te parece si brindamos por… ¿Por los amigos
metomentodo?
- Me parece bien.- Se rió de nuevo chocando su vaso
contra el mío de una vez por todas. Llevé el vaso a mi boca y tomé de golpe. Lo
apoyé con un poco de fuerza sobre la barra, ya que el ron me había quemado
hasta el cerebro. Él sonrió y se bebió el suyo.- Esto está asqueroso.- Me quejé
sacando la lengua y mostrando mi desagrado.
- ¿Demasiado fuerte para ti?- Preguntó enarcando una ceja a modo de desafío.
Mientras volvía a llenar el suyo. Negué con la cabeza y le tendí mi vaso.-
Chica valiente. Bueno, y si Niall no es tu novio. ¿Estás disponible?- Le miré sorprendida, y
volví a beber de mi vaso. Contra más bebías mejor sabía.
- Estás de suerte ¿sabes? justo esta mañana he decidido que no pienso tener
ninguna relación amorosa.
- ¿Se puede saber por qué?- Negué con la cabeza.- Pues en ese caso, lo
siento…
- Si, seguro que lo sientes.- Dije mirándole.
Mi exclamación irónica lo dejo sorprendido, no me gustaba que sintieran
pena por mí, prefería mostrarme fría e indiferente, que en realidad era lo que
más deseaba en el mundo, que esas emociones no me afectaran, pero era humana.
- No sé lo que ha podido pasar, pero yo intentaría aclarar las cosas con
él, lo creas o no, es un buen chico, y le gustas.- Dijo antes de terminarse su
bebida de un trago.- Por cierto, soy Stan. Encantado de conocerte Leah.- Me
susurró al oído antes de marcharse.
Miré a donde antes estaba Niall, pero no le
encontré. Me levanté exasperada y me saqué el dichoso gorro de la cabeza. Cogí
mi bolso después de terminarme mi bebida. Busqué mi móvil, tenía dos llamadas
perdidas de Liz, pero en ese momento no tenía ganas de hablar con ella. Ni con
ella ni con nadie. Le mandé un mensaje
para que no se preocupara y me dispuse a salir de la sala, esquivando a la
multitud que se iba conglomerando en el centro de la pista de baile conforme
las manecillas del reloj se iban acercando a la media noche.
Los tacones que traía puestos de la fiesta me habían dejado los pies
molidos, medité por unos segundos si quitármelos, pero seguro que no aguantaría
ni dos minutos con los pies desnudos sobre
las gélidas calles de la ciudad, que como de costumbre estaban húmedas a
causa de la lluvia. No era muy tarde, pero las calles estaban desiertas, todo
el mudo esperaba ansioso el nuevo año. Quedaban diez minutos para que la última
campanada del año resonara en lo alto de la torre del Big Ben, y me quedaban
diez minutos para ser mayor de edad, esa edad ten esperada, pero que ahora
mismo, me era indiferente. Pasear en la oscura
noche, con el aire frío e invernal característico de Inglaterra me hacía ver
las cosas con un toque de positividad. Abrí mi bolso en busca de un cigarrillo,
siempre llevaba uno para emergencias, probablemente era la única persona en la
tierra a la que fumar no le suponía ningún vicio. Simplemente me relajaba.
Podía estarme meses sin fumar, un día de depresión relajarme con un cigarrillo
y después volver a dejarlo sin dificultad. Dejé que la nicotina hiciera su
efecto, y me dejé caer sobre uno de los columpios de un parque que se
encontraba a pocos metros de mí.
- Mira Daniela, al final sí que te va a quitar a tu
novio.- Escuché la voz burlona de Ari tras de mí. Me giré y vi como señalaba
con la vista hacia la barra, donde mi amigo Stan seguía hablando con Leah, aún
no entendía lo que le había pasado, y quería hablar con ella, pero temía que
volviera a marcharse sin darme explicaciones. Al percatarse de mí mirada Ari, me
apartó la vista y se sentó en uno de los sofás junto a unos chicos que no
conocía, aquella fiesta estaba comenzándose a llenar de gente. Pude ver que
tenía los ojos rojos, y parte del maquillaje corrido, pero en ese momento no me
preocupé ni lo más mínimo. A continuación miré a Daniela que contemplaba al
igual que yo hacia la barra, donde se encontraba su novio.
- Daniela, no le hagas caso, a veces Ari puede ser un
tanto…- Le dije, pero antes de que pudiera terminar, giró la cabeza y se alejó
de mí.
Tenía la sensación que todo a mí alrededor pasaba a
cámara lenta, y que no podía hacer nada para cambiar las cosas. Me sentía
atrapado, como en una de esas horribles pesadillas en las que por más que lo
intentes, no eres capaz de salir corriendo.
- ¿Qué haces aquí como un incomprendido?- Apareció
Liam de golpe con un sombrero de paja y con el pelo desaliñado. Me encogí de
hombros.
- Soy un incomprendido.- Le sonreí y busqué alguna
excusa para poder evitar cualquier tema de conversación que me preocupara.- Vamos
a buscar a Andy y a Josh. La última vez que les he visto estaban con unas
modelos rusas.- Le sonreí, y le cogí del brazo arrastrándolo entre la multitud.
Miré hacia la barra por última vez. Stan ya no estaba, y pude ver como Leah
se levantó de su taburete dispuesta a marcharse. Pude distinguir como salía a
la calle, y no dudé en seguirla, dejando a Liam solo. Corrí detrás de ella como
un loco. Se movía rapidísimo por la estancia. Caminé por las calles con la
esperanza de encontrarla, pero sin resultados, hasta que vislumbré a alguien
sentado en el columpio de un parque. Era una chica, por su estatura y su
corpulencia. Bastante joven y estaba sola. No me pude negar a acercarme y
preocuparme por ella. Conforme me fui acercando pude distinguirla con más
claridad. Alzó la vista y me encontré con esos ojos que tanto me gustaban.
- Ey.- Dije sentándome en el columpio de al lado
ahogado por la carrera. No obtuve respuesta, se limitó a suspirar mientras le
daba una calada a su cigarrillo.- ¿Me dejas?- Pregunté, nunca fumaba, pero en
ese instante lo necesitaba. Me tendió el cigarrillo sin ni siquiera mirarme.
Aspiré fuertemente y solté el humo con rapidez, que me quemó dentro del pecho.
Fue suficiente para coger fuerzas, pero se levantó y se dispuso a marcharse, ni
siquiera dándome tiempo para pensar lo que debía decirle. Me levanté y le cogí
del brazo para evitar que se marchara.-Eh, mírame, por favor, Leah necesito que
me mires.
Leah intentaba zafarse de mi presión y yo cedí con
miedo a que volviera a marcharse. Pero se giró y me miro a los ojos, con voz
temblorosa y mirada perdida y triste.
- ¿Qué quieres? ¿No te das cuenta de que no me importa
lo que tengas que decirme?
- Lo sé, pero solo quiero saber por qué.
- Porque me confundes.- Dijo derrumbándose, y pude ver
como una lágrima se le escapaba, pese a sus intentos de esconderla. Se la secó
con el dorso de la mano y me miró con furia.- Primero quieres que seamos
amigos, y al día siguiente me besas. Durante las navidades me ignoras por completo
y te vas con otras chicas, y después te presentas en mi casa como si nada. Me
da igual con quien estés, pero solo te pido que no juegues conmigo.- Dijo
volviendo a caminar. Al oír esas palabras todo cobró sentido en mi cabeza, pero
no era cierto.
- Leah espera.- Le seguí.- Eso no es así, te lo
prometo. Leah, eres una de las personas más importantes para mí. A veces se te
va la pinza sí, pero eso es lo que me gusta de ti, que eres distinta al resto,
y aunque a veces me vuelvas loco, te quiero como no he querido nunca a nadie.
Aunque ni siquiera sé lo que eso implica- Ella negó con la cabeza, intentando
aclarar sus ideas, que al igual que las mías ahora se habían convertido en una
maraña de pensamientos desordenados.
- No, no me quieres.- Sollozó.- No quiero que me
quieras.
- ¿Por qué no?- Me acerqué a ella y le sujeté de una
de sus manos apretándola con suavidad.
- Porque no quiero quererte, porque no quiero sentir amor,
porque no sé qué es.
- ¿Por qué?- Le pregunté de nuevo.
- Porque no sirvo para sentir amor.- Aseguró.- Porque
cuando se siente amor y lo pierdes… se siente un dolor terrible, y sé que
terminarías haciéndome daño. Y sería una idiota si quisiera que eso pasara.
- ¿Y si no te lo hiciera?- Alzó la vista y me miró
fijamente a los ojos.- Leah.- Tomé so rostro con mis manos e hice que me mirara
fijamente.
- ¿Qué?- Dijo frustrada en un hilo de voz. Solté su
rostro y miré al suelo, no sabía que decirle para hacerla cambiar de opinión.
No podía. Se había sincerado conmigo y no quería hacerle daño. Y aunque en ese
momento unas ganas enormes de besarla de nuevo surgieron en mi interior, no lo
hice En ese momento las campanadas que indicaban la media noche comenzaron a resonar, acompañadas por gritos, risas, y el sonido de gente celebrando que el próximo año sería mejor que el anteriror Me miró a los ojos y suspiró exasperada. - Niall, por favor, déjame, quiero estar sola.- Me dijo antes de darle una
calada a su cigarrillo y marcharse.
¿Y lo mono que es Josh? ¿Os he dicho alguna vez que estoy
enamorada de él? Jo, yo quiero un hermano así. ¿Y habías visto alguna vez un
romance entre Mario Bros y un Leprechaun? ¿A qué no? Si, es que eso solo lo
podéis ver aquí. Bueno, dejo de ser tan tonta de una vez. ¿Qué os ha parecido? Me ha dado un poco de pena escribir este capítulo, la verdad. Me da pena portarme así de mal con Niall Jajajajaja Y pobre Leah, que no sabe lo que
siente, aunque sus sentimientos se harán definitivamente un lío en los
siguientes capítulos. Ya lo veréis... MUAHAHAHA
Bueno, ya sabéis, votar y a las 17:00 de mañana, nuevo capítulo :D
Love You All <3
Ohsi ohsi* soy la primeraaa :D jajajaja
ResponderEliminarOh Yeah! Jajajaja Espero que te haya gustado :D
EliminarMuy bueno el capi espero el seguiente;)
ResponderEliminarBesos...
Muchas gracias :D Y gracias también por comentar siempre! Kisses <3
EliminarHola, hola :D
ResponderEliminarCuanto tiempo sin pasarme por aquí y... LO SIENTO. Sorry de corazón.
Como supondrás, comento para pedir un siguiente pero también para mucho más. (Suelo enrollarme y acabar escribiendo mi testamento xD) Ojalá escribiera tan bien como tú, Leah. Por cierto me encanta el nombre Leah ^^ Antes leía una novela de Justin Bieber (y eso que no soy Belieber, jamás lo he sido xDD Pero me encanta leer y leo hasta de los Jonas) que se llamaba ''The Red Pawn'' y la protagonista se llamaba Leah. Amaba esa novela pero cancelaron la tercera temporada ¬¬ Mejor paro de escribir cosas que no vienen al caso... Escribes de maravilla, ¿te lo han dicho alguna vez? Porque es cierto. Me encantaría saber que edad tienes aunque, ¿me dejas adivinarlo? Yo creo que tienes 16, ¿me equivoco? No sé, no hace falta que me lo digas, eh, no te voy a obligar e_e (COMO NO ME LO DIGAS MANDO A MI LEPRECHAUN A QUE TE ASESINE MIENTRAS DUERMES. Okno jajajajaja Esa amenaza mejor la utilizo para que subas cap pronto xD) A mi también me gustaría tener un hermano como Josh ^^ Lastimosamente, tengo un hermano que no se parece en nada a Josh... Pero igual lo quiero (muy, muy, muy en el fondo) a mi manera. Ben también estuvo bien en el principio, que afortunada es Leah. Pobre mi amado Niall, tranquilo, siempre aquí para animarte duende <3
Dios, sus sentimientos, ¿más liosos? Me va a dar un infarto un día de estos con tu novela... Verás en los periódicos ''Joven de 14 años le da un infarto leyendo una novela''... Vale... Adiós. xD Es la falta de sueño la razón por las que escribo cosas así. xD
Última cosa... ¿Con que programa hiciste el trailer? Tengo curiosidad, te salió genial. Llámame sensible pero te juro que lloré.
Bueno, ya nada más, creo.
Besitos y abrazos, también de parte de Aelfraed -pero puedes llamarlo Alf- es mi leprechaun, me lo encontré en Irlanda cuando iba por fin a conocer a la familia de mi novio Nialler. ^^ En fin, que ya me piro, bye. <3
A ver, te contesto por partes Jajajaja Muchísimas gracias, aunque eso de que escribo bien deberías decírselo a mis profesores, ya que piensan lo contrario Jajajaja Yo también leo novelas de todo, y hay algunas que creo que deberían publicarlas. Y si, tengo 16, aunque este año hago los 17, pero para eso aun queda muuuchooo... Y si el Leprechaun que me envías es como Niall lo acogeré con los brazos abiertos xD
EliminarY lo de los sentimientos, son muy liosos, pero yo te explico el porqué Jajajaja Si lees en la descripción de los personajes, Leah en el fondo es muy insegura y le cuesta confiar en la gente. Y entonces apareció Niall, y ¡PUM! la volvió loca Jajajaja Lo único que le pasa es que tiene miedo a reconocer que quiere a Nialler porque siente que solo la utiliza. Ya verás que pasa más adelante xD
Y el tráiler lo hice con Movie Maker, es el programa más cutre del mundo, pero no me apetecía descargarme ninguno...
Y mándale besos a Alf, y dile que si tiene un amigo leprechaun que se parezca a Niall me lo mande Jajajaja
Ok... Yo también dejo de escribir que si no no terminaré nunca. Kisses! <3